Al oeste de la isla de Nueva Guinea, que durante décadas ha sido un lugar disputado por diferentes naciones de la región, está el monte Jaya, que es reconocido como la montaña más alta de Oceanía.
Según los estudios más recientes, su cumbre alcanza una altura máxima de 4.884 metros sobre el nivel del mar. Una medida que le permite romper múltiples récords mundiales.
Y, a pesar de que tiene prácticamente la mitad de altura que el Monte Everest, su cima recién se conquistó en 1962, como consecuencia de las disputas internacionales ya mencionadas y las técnicas que exige el terreno.
¿A qué país pertenece la montaña más alta de Oceanía?
Debido a su ubicación, el monte Jaya ha experimentado cambios de nacionalidad en más de una ocasión. Es decir, luego de la conquista del Reino de los Países Bajos a Indonesia, este pico estaba sobre tierras administradas por los europeos.
Sin embargo, años más tarde, cuando Indonesia logra su independencia, la montaña más alta de Oceanía quedó en el interior de sus territorios. Pero la historia no termina aquí, ya que habría otra modificación.
Sucede que el monte Jaya se formó en una zona sísmica de la isla de Nueva Guinea, que durante largos años fue disputada entre Indonesia y Papúa Nueva Guinea.
Y, si bien hasta comienzos del siglo XIX había muchas dudas sobre qué nacionalidad tenía esta montaña, hoy en día es posible confirmar que pertenece a Indonesia.
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Finalmente, también es importante resaltar que, debido los sucesos ocurridos, el monte Jaya tuvo una enorme cantidad de nombres que mencionamos a continuación:
- Nemangkawi.
- Ngga Pulu.
- Carstensz Toppen.
- Gunung Sukarno.
- Puncak Sukarno.
- Puncak Jaya (continúa vigente).
¿Qué ascensos famosos se realizaron en la montaña más alta de Oceanía?
A juzgar por los registros oficiales, una de las primeras personas que contempló el monte Jaya y sus desaparecidos glaciares fue el explorador neerlandés Jan Carstensz que, en 1623, decidió bautizar el monte con el nombre “Carstensz Toppen”.
Sin embargo su descubrimiento pasó desapercibido porque, al regresar a Europa, nadie creyó que en esta zona del mundo, tan próxima al Ecuador, había una montaña repleta de nieve.
Es por eso que la montaña más alta de Oceanía no recibió a visitantes internacionales hasta el siglo XIX y la primera expedición sobre sus laderas, que fue liderada por Hendrik A. Lorentz, tuvo lugar en 1909.
De todas formas, el ascenso más recordado es el que ocurrió en 1962, cuando el montañero austríaco Heinrich Harrer, junto a P. Temple, R. Kippax y B. Huizenga, se convirtieron en las primeras personas en alcanzar la cima.
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Por último, no hay que olvidar que la disputa internacional por las tierras de monte Jaya impidieron que muchos otros profesionales y aventureros pudieran organizar una travesía en el lugar.
Es decir, los accesos al monte Jaya permanecieron cerrados durante una década (1995-2005) y, desde entonces, solo se puede explorar a través de una expedición guiada.
¿Qué sucedió con los glaciares del monte Jaya?
Si bien el monte Jaya es conocido como la montaña más alta de Oceanía, el pico insular más elevado del mundo, la montaña más alta del Sureste Asiático y la cumbre más elevada entre los Himalayas y los Andes, en el pasado también era famosa por sus glaciares.
Tal cuál lo describió el explorador neerlandés Jan Carstensz en el siglo XVII, la cima de esta montaña estaba cubierta de glaciares gigantescos. Pero la mayoría desapareció en las últimas décadas, como consecuencia del calentamiento global. Un claro ejemplo es el de:
- El glaciar de los montes Maoke, que se derritió por completo entre 1939 y 1962.
- El glaciar Meren, que desapareció en su totalidad entre 1994 y 2000.
Y, aunque en la actualidad todavía es posible explorar algunos cuerpos de hielo que sobreviven en los glaciares Carstensz y Firn, estos podrían extinguirse en muy pocos años.
Un estudio realizado por el paleoclimatólogo Lonnie Thompson en 2010, demostró que los pequeños glaciares de la montaña más alta de Oceanía retroceden a una velocidad de 7 metros por año.