¿De dónde viene el nombre de los meses?

Los habitantes de Egipto fueron quienes, observando las distintas fases de la luna, crearon los meses y las semanas, con el objetivo de adorarla, cada vez que ésta se presentara de una forma distinta. La distribución de los días y el nombre de los meses de hoy provienen de los calendarios juliano y romano.

El proceso de creación del almanaque que se conoce hoy requirió la observación del sol, la luna, las estrellas y otros fenómenos naturales.

Con el tiempo, las diferentes sociedades lo modificaron y adaptaron a sus intereses políticos, sociales, económicos o religiosos.

¿Cuáles son sus orígenes?

El calendario gregoriano, que es el utilizado hoy en día surge de uno anterior, creado por el astrónomo y filósofo Sosígenes, bajo las órdenes de Julio Cesar, en el año 46 antes de Cristo. Tenía 10 meses:

• Marzo, dedicado a Marte, dios de la guerra;
• Abril, porque en allá se "abre" la primavera;
• Mayo, consagrado Maia, diosa de la fertilidad, la castidad y la salud;
• Junio en honor a Juno, hermana y esposa de Júpiter;
• Quintilis, por ser el quinto mes del año, fue renombrado julio, en honor a Julio César;
• Sextilis, que luego fue renombrado agosto, en honor a Augusto;
• Septiembre, porque originalmente era el mes número siete;
• Octubre, que ocupaba el octavo lugar en el calendario;
• Noviembre, que era el mes número nueve;
• Diciembre, décimo y último mes, en aquel entonces.

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Eel calendario juliano no coincidía con el ciclo astronómico, por eso fue adaptado al modelo egipcio donde cada año estaba dividido en doce meses.

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Además fue necesario agregarle dos meses: enero, a principio de año, dedicado a Jano, dios de doble cara que mira al año viejo y al nuevo; y febrero, mes que da comienzo al invierno europeo y donde en aquella época, los esclavos se enfermaban y tenían fiebre.

El nombre de los meses en la Revolución Francesa

Luego de la Revolución Francesa, la Convención Nacional estableció el calendario republicano francés, con el objetivo de eliminar las referencias religiosas. Se usó desde 1792 hasta 1806 y establecía que el año comenzaba el 22 de septiembre, para que coincidiera con el equinoccio de otoño.

Los nombres de los meses están relacionados a las estaciones y la naturaleza y eran:

• Vendimiario, por la vendimia;
• Brumario, por la bruma;
• Frimario, en honor a la escarcha;
• Nivoso, por la nieve del invierno;
• Pluvioso, debido a las lluvias;
• Ventoso, en honor al viento;
• Germinal, haciendo alusión a las semillas;
• Floreal, por la vegetación;
• Pradial, en honor a las praderas;
• Mesidor, por las cocechas;
• Termidor, que hace referencia al calor;
• Fructidor, en honor a la fruta.