En 1976, Marina Lezcano se convirtió en la primera mujer argentina que ganó el Gran Premio Nacional de Turf. Sin embargo, también es un emblema porque dio batalla contra la discriminación de la época.
Aunque desde pequeña intentó formarse profesionalmente, las escuelas de jockey le cerraron las puertas por ser mujer. Para denegar su acceso, le contestaban por carta que se había dispuesto no hacer lugar a su solicitud "por no ajustarse a lo estipulado por la reglamentación".
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En medio de la lucha, se encontró con otras tantas adolescentes que, como ella, soñaban con competir. Por lo tanto, decidieron organizarse y realizaron un reclamo unificado. Tal fue la insistencia que, en 1973, todas fueron aceptadas por la Escuela del Hipódromo de San Isidro. Los primeros tres años fue aprendiz y acumuló 60 triunfos y luego ascendió jockey profesional.
Aunque ya contaba con el Gran Premio Nacional de Turf, su momento legendario llegó en 1978 cuando se transformó en la primera y única mujer que obtuvo la cuádruple corona. "Me siento contenta porque me dejaron correr estas carreras, pero pienso que hubo otras chicas iguales o mejores que yo que no han tenido la oportunidad", explicó tras su consagración.
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A lo largo de toda su carrera, ganó 100 clásicos y marcó 611 victorias. Corrió por última vez en 1989, cuando se retiró por embarazo. Actualmente, tiene 65 años y es un emblema del deporte argentino.