Con apenas 16 años, Diego Armando Maradona fue llamado a la Selección Mayor para jugar un partido amistoso frente a Hungría. Era el año 1977. Allí comenzó su relación con la celeste y blanca, que se continuó de manera exitosa integrando el Seleccionado Juvenil que obtuvo el Campeonato Mundial en 1979.
Después de ese triunfo pasó a jugar en el equipo mayor, con el que ganó la Copa del Mundo de 1986. Estuvo presente en cuatro Mundiales (España, México, Italia y Estados Unidos), y en todos fue una figura destacada. Ya retirado del fútbol, en 2008 fue designado director técnico del Seleccionado Argentino y como tal dirigió al equipo que jugó el Mundial de Sudáfrica.
Fue uno de esos jugadores que hacen todo bien. Era rápido, muy gambeteador, con gran remate, goleador, inteligente para dar pases a sus compañeros. Hizo goles de todas las maneras imaginables. Lo diferente de Diego fue que a su técnica insuperable le sumaba un gran corazón. Sí, siempre jugó con gran pasión, y aun lastimado. Fue un gran campeón.
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Diego se convierte en el Barrilete Cósmico
Barrilete cósmico. Así llamó el relator Víctor Hugo Morales a Maradona durante el relato de su gol más famoso, el señalado a los ingleses el 22 de junio de 1986 en un estadio Azteca totalmente colmado. Diego acababa de eludir a cinco jugadores y al arquero rival, luego de una veloz carrera iniciada en su propio campo. ¡Una maravilla! El partido correspondió a los cuartos de final de la Copa del Mundo. Y con ese gol, Maradona ratificó que era la gran estrella del fútbol mundial.
La diferencia entre vos y Maradona es chiquita. En serio. ¿Qué no puede ser? Veamos. Vos dormís y soñás que sos futbolista y jugás en la Selección. Supongamos, contra Inglaterra. ¿Por qué no? El estadio está lleno. Vos tenés el número 10 en la espalda de tu camiseta y recibís la pelota, ahí nomás de la mitad de la cancha. Te salen a marcar dos rivales y los eludís con una voltereta. ¡Genial! Estás dormido, pero se te escapa una sonrisa.
Avanzás en dirección al arco rival, con la pelota que parece pegada a la punta de tu botín, digamos, izquierdo. Hay uno que te corre de atrás, pero nunca llega. Vos seguís. Se acerca otro rival y te tira una patada, pero por suerte le yerra a tu pierna. Corrés más rápido y entrás al área.
Otros dos ingleses te salen a marcar y vos... ¡pasás por el medio de los dos! La pelota es como la sortija de la calesita para los rivales: parece que la van a agarrar, pero siempre se les escapa. Te queda el arquero, otro amague y gol. ¡Goooool! Gritás fuerte. Tu mamá te despierta asustada. Vos estás feliz: por diez segundos fuiste como Maradona en 1986.
Carrera profesional
Diego Armando Maradona marcó 358 goles en su carrera: 34 de ellos con la Selección Argentina mayor y 13 con la Juvenil. A lo largo de su trayectoria, vistió la camiseta de seis equipos: Argentinos Juniors, Boca, Barcelona, Nápoli, Sevilla y Newell’s Old Boys.
Se retiró del fútbol profesional en 1997 y fue técnico hasta 2020, cuando falleció a días de haber cumplido 60 años.
Ilustraciones: Ricardo Fernández.
Sobre textos de: Rodolfo Piovera
