Billiken inaugura la sección “Aulas que inspiran”, en la que referentes de la cultura popular reflexionan sobre cómo la escuela influyó en la elección de sus carreras. En esta oportunidad conversamos con Felipe Pigna, el eminente historiador y divulgador argentino.
Felipe Pigna es un historiador, divulgador y profesor argentino. Se trata de uno de los historiadores con más difusión popular en el país. A lo largo de su trayectoria profesional ha recibido varios premios y menciones. En una charla con Billiken, contó de qué manera su paso por la escuela influyó en la elección de su carrera.
- Sí, tuve dos experiencias, efectivamente una negativa y otra positiva. La primera es que tuve una muy mala profesora de Historia en segundo año que me hizo pensar a mí y a muchos de mis compañeros que la Historia no podía ser así y, por lo tanto, me motivó a leer por mi cuenta y eso me hizo enamorar de la Historia con otra biografía que no era la de la escuela. Y la segunda experiencia fue que en el quinto año tuve a la profesora Elvira Giacometti, que fue algo muy enriquecedor y muy estimulante. Ella nos hizo enamorar de la Historia realmente a muchos de los que cursábamos ese quinto año y para mí fue claramente definitivo.
- Una de las cosas más lindas que me acuerdo era la biblioteca escolar. Los viernes los chicos retirábamos un libro y el lunes había que contarlo, con lo cual nos pasábamos las dos primeras horas de clase, o un poco más, contándonos obras de la literatura universal. Yo iba a una escuela pública en la provincia de Buenos Aires y eso me parecía maravilloso.
- Porque en definitiva teníamos cada semana treinta libros leídos y era una muy linda experiencia de expresión oral, ya que había que contar ese libro, resumirlo y contarlo para los compañeros. Y es algo que perfectamente podríamos volver a implementar, ¿no? Era una experiencia que hacía nuestra maestra y muchas maestras en varios lugares del país de las escuelas públicas, y siempre me pareció tremendamente enriquecedor.
- Muchas lindas experiencias humanas, como todo lo que a uno le implica la escuela: los juegos en los recreos, los compañeros y todas esas cosas tan lindas que tiene.
- La escuela es fundamental para definir vocaciones, para definir rumbos. Es nuestro primer contacto con ciertas disciplinas, ¿no? Y por supuesto tiene una importancia fundamental en ese sentido. Creo que habría que implementar desde mucho antes que la secundaria talleres de orientación vocacional para que vayamos aprovechando ese tiempo y orientarnos más hacia lo que nos va gustando, que por supuesto puede ser cambiante, puede ser fluctuante. Pero es fundamental ver los gustos y las preferencias de los alumnos para que ya empiecen a tener cierta orientación y me parece que estaría bueno que suceda durante la escuela primaria.
¿Te gustó lo que contó Felipe? Próximamente compartiremos más experiencias de grandes referentes de la cultura popular del país en la sección “Aulas que inspiran”.
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