Fernando Ciccarelli fue un canillita argentino que se transformó en atleta y el 25 de mayo de 1932 batió el récord mundial de su disciplina en la pista del club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires.
El 11 de junio redobló la apuesta: ganó una plaza para competir en los Juegos Olímpicos que se disputarían ese mismo año en Los Ángeles. En aquella oportunidad quedó octavo en los 10 mil metros y ocupó el puesto número 17 en la maratón que ganó Juan Carlos Zabala, un compatriota argentino.
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Fernando Cicarelli: de canillita a atleta
Fernando Ciccarelli nació el 18 de julio de 1905 en la provincia de Córdoba. Aunque fue canillita, era fanático del atletismo. Tal es así que el diario La Voz del Interior y distintos vecinos de la zona, brindaron ayuda económica para que pudiera competir.
"Por orden de la dirección de este diario, acompañado por nuestro representante en Buenos Aires, Ciccarelli entró vestido de canillita a una tienda central y salió vestido de gentleman", publicó el vespertino Córdoba el 14 de junio de 1932, día de la partida.
Carrera profesional
Según la Confederación Argentina de Atletismo, en 1926 participó del Sudamericano que se disputó en Montevideo, donde obtuvo una medalla de bronce en los 3 mil y otra en los 5 mil metros. En 1927 fue subcampeón en Santiago y en 1929 ganó una medalla de bronce en el cross. A estos logros se le suman los de los Juegos Olímpicos de 1932.
Una vez retirado de las pistas, ejerció como profesor de educación física durante 30 años en el Instituto de Menores Dalmacio Vélez Sársfield. Finalmente, falleció en 1984.