Francisca Bazán de Laguna prestó su casa para llevar adelante el Congreso de Tucumán porque era madre de Nicolás Valerio Laguna Bazán, quien tuvo participación activa en el Cabildo abierto de junio de 1810 como partidario de la Revolución de Mayo, fue diputado en la Asamblea del Año XIII y tres veces gobernador de la provincia de Tucumán.
La elección de la sede del Congreso respondió al momento político que se vivía. Buenos Aires no se postuló porque no quería enemistarse con los militares federales que habían destituido a Alvear. Así que se optó por un lugar distante, ubicado lejos de las provincias del litoral que obedecían a José Artigas y cerca de las que eran aliadas.
¿Cómo era Tucumán en 1816?
Para entonces era una ciudad pequeña y contaba con pocos habitantes. Además, tenía pocas casas y muchos de los edificios públicos y religiosos de la zona estaban destruidos por la guerra. Por lo tanto, para poder llevar a cabo el Congreso, se decidió que lo mejor era alquilar una casa.
¿Cómo era la Casa de Francisca Bazán?
Tenía varios ambientes, pero el más adecuado para las reuniones era la sala principal, a la que se agrandó demoliendo la pared que la separaba de un antecomedor. De esa manera, quedó una sala más larga que ancha, de 15,40 por 5,40 metros. Ese salón, donde luego se declaró la Independencia, es la única parte original que se conserva de la antigua casa, ya que el resto fue demolido en 1903.
La histórica vivienda fue reconstruida en 1943 en base a una vieja fotografía. La casa actual, por lo tanto, es una réplica de la original y está sobre la calle Congreso 153.