La hamaca o columpio, según en qué país de Latinoamérica te encuentres, es uno de los juegos que niños y niñas (y también adultos) más eligen al aire libre. Es práctico, sencillo y te permite imaginar, por algunos segundos, que estás volando. Además, está presente en muchas pinturas e historias.
Los primeros registros históricos que se tienen de la hamaca o columpio datan de la Antigua Grecia, hace más de 2.400 años: el médico Hipócrates recomendaba a las mujeres usarlo para "mantener la figura". También, se lo utilizaba en rituales religiosos, dedicados principalmente al dios del vino (Dionisio en la cultura griega, o Baco en la romana).
En Roma, un juego similar llamado oscillum consistía en colgar una soga del techo, treparse a ella y que alguien la moviera desde abajo por todo el espacio. Sin embargo, requería de mayor destreza. Siglos después, en lo que hoy es Europa del Este, también era utilizado de forma religiosa e incluso mágica, pues se creía que generaba lo mismo que hacer un pedido a los dioses.
En América, al igual que en India y Marruecos, también estaba presente en rituales y eventos religiosos.
En todas las regiones, la hamaca o columpio estuvo asociada a la magia y al misticismo, y en pocos lugares se sostuvo como un elemento del juego.
¿Qué simboliza la hamaca o columpio?
Además de la clásica tabla de madera atada en sus extremos con dos sogas que cuelgan de una estructura metálica, también existe la hamaca paraguaya. Esta es de tela gruesa y resistente, suele atarse a los árboles y cubre todo el cuerpo (es ideal para una siesta).
Si bien las formas son distintas, el fin es el mismo: hamacarse o columpiarse. Y en eso acompaña la etimología:
- La palabra hamac o hamaka viene del taíno, lengua extinta hablada en Centroamérica, y significa árbol.
- La palabra columpio puede rastrearse del verbo griego κολυμβᾶν (“kolymban”, zambullirse) o del latín columbari (que deriva de columba = paloma).
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¿Qué beneficios trae hamacarse o columpiarse?
Además de pasar un buen rato al aire libre e imaginar que podes volar, usar la hamaca o columpio ayuda en lo siguiente:
- Desarrolla el equilibrio y la fuerza física.
- Fomenta la capacidad imaginativa.
- Estimula la adrenalina y la percepción sensorial.