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Día del Lector: ¿por qué se celebra el 24 de agosto?

En estos tiempos, las formas de consumo de libros y  los hábitos de lectura han cambiado bastante. Pero lo que siempre perdura es el placer que brinda la lectura. Una infinidad de mundos posibles que se despliegan en nuestra imaginación. 
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Hoy, 24 de agosto, se conmemora el Día del Lector en Argentina. Consiste en un homenaje al nacimiento de Jorge Luis Borges, uno de los más destacados escritores argentinos reconocido internacionalmente. Autor de famosas obras como "El Aleph", "Historia universal de la infamia" y "Fervor de Buenos Aires", entre muchas otras. También escribió poesías, ensayos y cuentos que se consideran modelos de alta literatura.

La celebración por el Día del Lector se lleva a cabo desde el año 2012 cuando fue aprobada la Ley nacional 26.754 con el objetivo de "promover la lectura y la democracia a través de la realización en dicha fecha de actos de divulgación de las letras y de reconocimiento a la obra y trayectoria de la máxima figura de la literatura nacional".

La obra de Borges es fundamental en la literatura y el pensamiento universal. Además de objeto de minuciosos análisis y múltiples interpretaciones. Entre sus escritos aparecen ontologías fantásticas, genealogías sincrónicas, gramáticas utópicas, geografías novelescas, múltiples historias universales, bestiarios lógicos, éticas narrativas, matemáticas imaginarias, dramas teológicos, invenciones geométricas y recuerdos.

Fue galardonado con numerosos premios y fue candidato durante tres décadas al Premio Nobel de Literatura. Murió el 14 de junio de 1986, a los 86 años, en Ginebra, Suiza.

Nuevas narrativas y nuevos hábitos de lectura

Hoy, las formas de leer han cambiado mucho. Nuevos hábitos y nuevas formas de consumo caracterizan estos tiempos donde no solo se lee en el formato del libro tradicional sino también en una multiplicidad de pantallas que conviven entre ellas: celulares, tablets, computadoras, notebooks se convierten en dispositivos que nos permiten la entrada a la lectura y configuran nuevos hábitos para abordarla. Al mismo tiempo, las historias se despliegan en una multiplicidad de plataformas que configuran las denominadas narrativas transmedia donde los universos ficcionales se amplían cada vez más.

Efectivamente, los canales de acceso al libro y las formas de leer han variado con el paso de las décadas en función de los avances tecnológicos y de los cambios en la vida cotidiana. La pandemia profundizó esos cambios y se convirtió en un contexto que cambió muchos hábitos. Lo que nunca va a cambiar es el placer que brinda la lectura.

En "La sombra del viento”, el primer libro de la saga del "cementerio de los libros olvidados", el escritor Carlos Ruiz Zafón plantea que los libros tienen alma, la de quien los escribe y la de quienes los han leído porque en ese acto hay mucho más que lectura, hay vidas, hay sueños, hay infinitos mundos posibles. Y nos emocionamos, nos reímos, lloramos, nos vemos identificados, nos cuestionamos. Y el universo se hace más amplio.

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