La NASA, mediante su avanzado Telescopio James Webb, realizó un hallazgo inédito de seis galaxias que “no deberían existir” según lo establecido por una de las teorías cosmológicas más concretas de la historia.
Es decir, mediante el estudio mencionado, que permitió analizar en profundidad el universo primitivo por primera vez, los expertos detectaron la presencia de una enorme cantidad de estrellas.
Y, si bien sabían que se iban a topar con este tipo de astros, aseguran que el número es muy elevado en comparación a la antigüedad de las seis galaxias, formadas muy poco tiempo después del Big Bang.
¿Por qué las seis galaxias “no deberían existir”?
La ciencia explica que las galaxias más antiguas del universo se caracterizan por tener un bajo número de estrellas, en comparación a otras más jóvenes como, por ejemplo, la Vía Láctea.
Es por eso que, tras el reciente descubrimiento del Telescopio James Webb, los expertos no solo quedaron sorprendidos por la existencia de las nubes de polvo cósmico, sino también porque estas tienen la misma cantidad de estrellas que nuestra galaxia.
Finalmente, luego de hacer el un comunicado en la revista Nature, en donde se incluyeron todos los datos preliminares, se explicó que estas seis galaxias “no deberían existir” porque están conformadas por muchas más estrellas de las esperadas.
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¿Cuáles son las primeras hipótesis del descubrimiento?
Las inéditas galaxias descubiertas tienen cerca de 13.000 millones de años de antigüedad y se formaron cerca de la Osa Mayor, en un periodo de entre 500 a 700 millones de años después del Big Bang.
Por lo tanto, según la teoría que se podría haber roto luego de este descubrimiento, cualquier galaxia formada en aquel momento no disponía de materia suficiente para formar la misma cantidad de estrellas que tiene la Vía Láctea.
Entonces, si bien el descubrimiento podría causar una verdadera revolución científica, los científicos anunciaron que aún se deben realizar muchos estudios al respecto, para determinar si lo observado son estrellas o no.
Es decir, al mismo tiempo que se emocionaron con este nuevo “problema para la ciencia” también plantearon otras hipótesis, que indican que los cuerpos observados podrían ser:
- Débiles cuásares.
- Agujeros negros supermasivos.
- Un conjunto de estrellas mas pequeño, que generan un mayor impacto gracias a son muy brillantes.
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¿Cuándo se podrá acceder a información más concreta sobre las seis galaxias?
No hay dudas de que la NASA y el mundo desean averiguar, lo antes posible, si estas seis galaxias antiguas están conformadas por la misma cantidad de estrellas que la Vía Láctea y si, de esta manera, se rompe la teoría actual.
Pero, debido a la distancia en el espacio, la tecnología disponible y el nivel de precisión requerido para llevar a cabo un análisis tan avanzado, es probable que la incógnita no se resuelva antes del 2024.
