Se construyó en una isla solitaria de España, tuvo guardianes hasta 1921 y alcanza una altura focal de 38,7 metros.
El faro de Mouro es una de las estructuras de su tipo más famosas e históricas del mundo, ya que ha estado en funcionamiento durante los últimos 163 años, en una zona del planeta castigada por el oleaje extremo.
Como se aprecia en la foto principal, el océano Atlántico es muy agresivo en este sector de España y es por eso que el faro ha batallado contra las olas gigantes desde su inauguración.
Y, si bien no está abierto al turismo, esta construcción se ha convertido en un ícono de Europa, que aún conserva su rol de guiar grandes embarcaciones entre las tormentas.
Debido a la enorme cantidad de naufragios registrados en la zona, España ordenó la construcción de un faro resistente en la isla de Mouro, ubicada en la Bahía de Santander, Cantabria.
De esta manera, cientos de obreros trabajaron en el lugar para edificar una torre cónica blanca que se transformó en el faro de Mouro y entró en servició el 15 de febrero de 1860.
Acto seguido, un grupo de valientes guardianes se mudaron a las nuevas instalaciones para realizar tareas de mantenimiento y garantizar la iluminación del faro, que en sus comienzos se lograba con una simple lámpara de una mecha.
Este sistema se sustituyó en 1920 por un destellador de llama con quemador, vinculado a una óptica de tambor. Y, tan solo un año después, los últimos dos vigiladores abandonaron sus puestos.
Finalmente, aunque el faro de Mouro transcurrió los últimos 103 años en solitario, se mantuvo en perfecto estado y solo se apagó durante breves periodos, como consecuencias de fuertes temporales que azotaron la isla.
El hecho de que el faro de Mouro tenga 163 años y aún permanezca en funcionamiento, es llamativo. Pero, al momento de analizar los detalles de su estructura, es posible encontrar otras curiosidades.
Entonces, además de su antigüedad y resistencia, este faro es muy especial porque:
La isla del faro de Mouro, que lleva el mismo nombre, está deshabitada, cubre una superficie de 2 hectáreas frente a la Península de Magdalena y no tiene otras construcciones.
Por lo tanto, como el faro nunca abrió al turismo, los viajeros no tienen interés en visitar el pequeño territorio insular, que sufre múltiples impactos de las olas, principalmente durante la temporada de tormentas que tiene lugar en invierno.
Cada 14 de mayo se celebran y conmemoran fechas que marcaron un antes y un…
Por más inverosímil que parezca, la ciudad más grande de Nueva Zelanda está asentada sobre…
Al hablar de islas, es fácil imaginar que el país con mayor cantidad de estos…
El barrio de Caballito está ubicado en el medio de la Ciudad de Buenos Aires.…
En la mayoría de las ocasiones, cuantos más años tiene una botella de vino, mayor…
Como es de público conocimiento, la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación,…