¿Por qué los semáforos tienen luces de color verde, amarillo y rojo?

La mayoría de las personas que circulan por la calle, sin importar que sean conductores o peatones, observan y obedecen las señales de los semáforos, integrados por luces de color verde, amarillo y rojo. 

Pero, aunque es una costumbre muy presente, la mayoría desconoce cuándo se implementó este sistema y por qué se eligieron los colores mencionados. 

¿Por qué los semáforos con luces rojas y verdes se instalaron a partir de 1865?

Aunque resulte extraño, los semáforos son más antiguos que los automóviles y esto sucede porque tras su aparición, en 1860, sirvieron para guiar a todos los trenes del mundo. 

Pero, en aquel momento, no tenían colores. Es decir, hubo que esperar cinco años hasta que el ingeniero inglés John Peake Knight hiciera una modificación en el “sistema de brazos” y proponga la instalación de luces durante la noche. 

Entonces, a partir de 1865, los trenes podían recibir señales escritas de “stop” y “siga” a través de un semáforo “de brazos” horizontal, que a la noche eran representadas por una luz roja y otra verde, que funcionaban a gas.

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¿Y el color amarillo? Curiosamente, apareció en 1920, luego de la invención del auto y la instalación de semáforos en las calles urbanas.

Esto se produjo tras la propuesta de William Potts: un policía oriundo de Detroit, Estados Unidos, que nunca pudo patentar su invento como consecuencia de su cargo. 

¿Cuál es la importancia de los colores elegidos?

El hecho de que los semáforos nunca hayan modificado sus colores en los últimos 163 años nos permite deducir, rápidamente, que la combinación de "verde, amarillo y rojo" es muy importante. 

Por lo tanto, para sumarle una justificación a esta deducción, es importante resaltar que los semáforos no han sufrido cambios porque: 

• El color rojo, que en ocasiones se asocia con el peligro, tiene una longitud de onda muy extensa, es brillante y, por lo tanto, se identifica de inmediato.
• El color amarillo, implementado para garantizar una reducción de la velocidad, nos permite estar alerta y, en algunos casos, prepararnos para detenernos por completo.
• El color verde, que surgió como una señal de precaución, comparte la extensa longitud de onda con los otros dos (aunque es la menor) y también es muy fácil de identificar en cuestión de segundos.

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Por último, es necesario resaltar que, además de su gran poder de iluminación, el patrón de las luces utilizadas por los semáforos no cambia porque debe seguir la medida estándar universal. 

Es decir, los colores siempre son los mismos en todo el mundo, aunque puedan presentar variaciones en su ubicación, intensidad y tono.