La anáfora es una figura retórica que consiste en la repetición de una o varias palabras para dar una mayor sonoridad y ritmo a un párrafo, una estrofa o un discurso oral. En esta nota, Billiken te brinda algunos ejemplos.
La anáfora es una figura retórica que consiste en la repetición de una o varias palabras al principio de un verso poético. En prosa puede consistir en la repetición de distintas frases o grupos sintácticos. Se utiliza bastante en la oratoria, ya que da una mayor sonoridad y ritmo al párrafo en que se emplea este recurso retórico.
Existen estructuras lingüísticas en español que forman anáforas. A continuación una serie de ejemplos:
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
Fragmento extraído de “El rayo que no cesa” (1936) de Miguel Hernández.
Ábreme la puerta, blanca,
ábreme la puerta, niña.
Texto llamado “Romance del enamorado y la muerte”, de autor anónimo.
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