Albert Einstein fue uno de los científicos más importantes del siglo XX. Era alemán y se especializaba en estudios sobre Física. En 1905 publicó su “Teoría de la Relatividad”, en la que incorporó conceptos analizados anteriormente por Henri Poincaré y Hendrik Lorentz. Ese año publicó también otros trabajos que sentaron las bases de la Física estadística y de la Mecánica cuántica, dos especialidades que pertenecen al ámbito científico.
En 1915 presentó la “Teoría de la Relatividad General”, en la que reformuló por completo el concepto de la gravedad. Gracias a su investigación, se comenzó a estudiar el origen y la evolución del universo a través de la Cosmología, una rama de la Física. En 1919, cuando las observaciones británicas de un eclipse solar confirmaron sus predicciones acerca de la curvatura de la luz, fue idolatrado por la prensa mundial. Por sus méritos, Einstein se convirtió en un ícono popular de la ciencia a nivel internacional y, en 1925, visitó Argentina.
¿Qué descubrió Einstein?
Einstein comprobó, a través de la “Teoría de la Relatividad”, que Newton se había equivocado al considerar que el tiempo y el espacio eran constantes. Él demostró que cuanto más rápido se movieran las personas, más lento pasaría el tiempo, ya que todo era relativo. Su teoría establece que la materia y la energía son intercambiables, es decir, son dos estados de la misma cosa. Esta deducción le permitió a Einstein revolucionar la ciencia. Con el eclipse de sol de 1919 se pudo comprobar su teoría de forma práctica. El eclipse permitió a los físicos observar cómo se comportaba la luz y descubrieron que, en efecto, Einstein tenía razón. Esto lo convirtió en una celebridad mundial y por eso la Universidad de Buenos Aires lo invitó para que diera una conferencia.
Los preparativos del viaje de Albert Einstein a Argentina
Einstein visitó Argentina en 1925, a raíz de una invitación que le hizo la Universidad de Buenos Aires (UBA). Tenía 45 años al momento de su llegada al país y estaba en la cumbre de su carrera. Vino para dar a conocer su disruptiva “Teoría de la Relatividad”, terminada de publicar diez años antes.
Fue el ingeniero Jorge Duclout quien contactó al científico alemán. Duclout era un inmigrante académico, físico e ingeniero de origen francés que se había radicado en el país a fines del siglo XIX. Fue profesor de Ingeniería en la UBA y una figura reconocida a nivel local e internacional en los años en que Einstein llegó al país. Ambos científicos se conocían de su época de estudiantes en el Politécnico de Zurich (Suiza).
Duclout fue uno de los principales divulgadores de la “Teoría de la Relatividad” en Argentina, y por eso contactó al afamado científico alemán: quería que viniera a dar un ciclo de conferencias sobre el tema en la Universidad de Buenos Aires. Para financiar el viaje de Einstein, se utilizó parte del presupuesto de la UBA, aunque también hicieron aportes otras instituciones, como la Institución Cultural Argentino-Germánica y la comunidad judía argentina.
La llegada de Einstein al país
El científico alemán llegó a Argentina el 24 de marzo de 1925 y fue recibido en el puerto de Buenos Aires no sólo por las autoridades de la Universidad de Buenos Aires, sino también por una gran cantidad de periodistas y público en general. Todos querían saludar al célebre científico, sacarle una foto y grabar algunas de sus palabras para los medios de comunicación. “Nueva York atenuada por el sur”, opinó Einstein al ver Buenos Aires.
Ya en la Universidad de Buenos Aires Einstein dio varias charlas: ocho en el auditorio del actual edificio del Colegio Nacional de Buenos Aires y otra en la Facultad de Filosofía y Letras. También visitó varios centros de investigación de la UBA, así como el Museo Etnográfico. Además conoció otras universidades, en ciudades como La Plata y Córdoba.
Estuvo un mes en el país, tiempo que aprovechó no sólo para dar 12 conferencias en total sobre su “Teoría de la Relatividad” sino también para conocer Argentina. Durante su estadía, opinó: “Los programas de los estudios secundarios y superiores que he examinado, me demuestran que este país no necesita aprender mucho de los centros culturales de Europa. En medicina, creo no equivocarme, ha llegado a su punto más alto. Pero en lo que concierne a las matemáticas en general, debo aclarar que el gobierno argentino debería intensificar más aún los estudios de la técnica, pues no es justo que un país tan progresista como la Argentina tenga que acudir al extranjero para contratar tal o cual profesor”.
En la actualidad, la UBA es una de las universidades mejor ubicadas en la escala internacional en el área de estudios que Einstein recomendaba “intensificar”. Algunos historiadores han opinado que la visita de Einstein no generó un impacto importante en la ciencia local. Sin embargo, otros consideraron que, gracias a las conferencias que dio en el país, la física y la matemática argentinas fueron avanzando hasta convertirse en las más importantes a nivel mundial.
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