El “Parque Nacional Los Alerces” es un área protegida que se encuentra en la provincia de Chubut. Limita con Chile en el oeste e incluye a los lagos Futalaufquen, Verde, Krüger, Rivadavia, Menéndez, Amutui Quimei y el río Arrayanes. El sitio fue declarado “Patrimonio de la Humanidad” por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 2017.
¿Cómo es el “Parque Nacional Los Alerces”?
El “Parque Nacional Los Alerces” posee una superficie de 263.000 hectáreas. El motivo de su creación fue la protección de los bosques de alerce o lahuán, uno de los árboles de mayor longevidad del planeta. Por sus setenta metros de altura el alerce es el mayor árbol de Sudamérica. La explotación intensiva de la industria maderera hizo que casi se extinguiera, por lo que fue necesario prohibir su tala a partir de 1977.
La superficie del “Parque Nacional Los Alerces” se subdivide en dos áreas: el parque nacional propiamente dicho con 193.144 hectáreas y el área protegida con 69.856 hectáreas. Allí los inviernos son lluviosos y ocasionan nevadas, mientras que los veranos son secos y con noches frescas.
En el área se encuentra un complejo sistema de ríos, arroyos y espejos de agua. También hay glaciares a gran altura, entre los cuales el más conocido es el glaciar Torrecillas.
Los orígenes del “Parque Nacional Los Alerces”
El decreto 105.433 del 11 de mayo de 1937 del presidente Agustín Pedro Justo declaró reservas nacionales con destino a parques nacionales a cuatro territorios de la Patagonia, entre los cuales se encontraba la “Reserva Nacional de Los Alerces” en el Territorio Nacional del Chubut. Posteriormente, el decreto ley 9.504 del 28 de abril de 1945 de Edelmiro Julián Farrell transformó la reserva nacional en parque nacional. Por ser una norma de un gobierno de facto, el decreto ley fue ratificado por la ley 13.895 del 30 de septiembre de 1949.
Fauna y flora del “Parque Nacional Los Alerces”
En el “Parque Nacional Los Alerces” anidan aves como el chucao, el carpintero negro patagónico, el pitío, el cóndor, el caburé, la cotorra austral, el aguilucho, el carancho, la paloma araucana y el zorzal patagónico. En los abundantes lagos, ríos y arroyos del parque se encuentran el salmón y la trucha. Por otra parte, el sitio constituye un refugio para numerosas especies de mamíferos, como el puma, el pudú, el gato huiña, el huillín y el huemul. Al igual que en otros parques del sur patagónico, las especies introducidas, como el ciervo colorado, el ciervo dama, el jabalí y la liebre, causan un serio impacto en los bosques, por lo que en esta área protegida se permite un sistema limitado de caza.
En cuanto a la flora del “Parque Nacional Los Alerces” se destaca el alerce o lahuán. Hacia el este, la transición con la estepa marca bosques menos frondosos, donde crecen el maitén y el ciprés cordillerano. También los radales, arrayanes, ñires, lengas y maquis cubren las montañas y conforman un paisaje matizado por ríos y lagos. La flora exótica, traída por los pobladores europeos, representa un grave problema para conservar la vegetación nativa. La rosa mosqueta, el lupino y la margarita, entre otras plantas, comenzaron a dispersarse sin ayuda por los bordes y claros del bosque, lo que está desplazando a las especies originarias. Por otra parte, la explotación ilegal de madera y los incendios impiden la recuperación de las distintas especies arbóreas que son de crecimiento lento y tardan en cubrir las laderas.
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