Leónidas Da Silva es el único futbolista de la historia que convirtió un gol descalzo en un Mundial. Ocurrió en la Copa del Mundo 1938, cuando Brasil venció a Polonia 6 a 5.
La leyenda cuenta que el delantero brasileño pudo engañar al árbitro y disputar parte del encuentro sin calzado porque la cancha estaba embarrada y no se veía con claridad. Aparentemente, tomó la decisión de jugar descalzo porque se le había roto un botín.
En primera instancia, intentó que un auxiliar del equipo le solucionara el problema. Sin embargo, este demoró más de lo deseado en conseguir otro par. Por lo tanto, decidió sacarse el botín que le quedaba e ingresar descalzo.
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Jugar descalzo fue motivo de disputa en un Mundial
Como símbolo de manifestación, India decidió no participar en el Mundial 1950 por estar en contra de la obligatoriedad del calzado. En aquel entonces, argumentaron que no irían porque "sus representantes estaban acostumbrados a jugar descalzos".
Su decisión estuvo emparentada con el antecedente de los Juegos Olímpicos 1948, cuando su delegación se presentó descalza al primer partido oficial que disputaron como nación independiente.
