Si de récords hablamos, hay una urbe de Argentina que conoce bastante. Hace más de 130 años, el 27 de abril de 1886, se convirtió en la primera ciudad de Latinoamérica en instalar un sistema de alumbrado público eléctrico.
Así, un servicio que ahora nos resulta indispensable, se inauguró en su versión rudimentaria hacia fines del siglo XIX. Rudimentaria para la actualidad, porque en ese momento era más que moderna e hizo que la ciudad fuera un faro (literalmente) en la región.
¿Cuál fue la primera ciudad de Latinoamérica que contó con alumbrado público eléctrico?
La ciudad de La Plata, además de tener un plan moderno de urbanización, es conocida por ser la primera que incursionó en el tendido eléctrico para iluminar sus calles y plazas públicas.
Apenas tres años después de su fundación, en 1885, se firmó un contrato con la Brush Electric Company de Cleveland (Estados Unidos) para instalar el sistema. Luego de pruebas con la primera usina, de acuerdos y de concesiones sobre los gastos y mantenimiento, se puso en marcha la instalación definitiva.
Así, al año siguiente, el 27 de abril de 1886, se inauguró oficialmente el tendido eléctrico. Sin embargo, existen dos datos curiosos al respecto.
El primero es que en la pequeña localidad de Las Palmas, en Chaco, que actualmente cuenta con 5.000 habitantes, se encendió para la misma época un generador eléctrico que abasteció al pequeño poblado de ese entonces. Si bien no hay seguridad de que haya contado con un servicio establecido de alumbrado público eléctrico, sí contó con electricidad.
El segundo dato curioso es que La Plata, en realidad, no era en aquel momento la primera ciudad en la que se había pensado para establecer el sistema.
¿Qué ciudad argentina casi fue pionera?
Un poco como era de esperarse, la ciudad de Buenos Aires era la localidad pensada para instalar el alumbrado público eléctrico debido a que era la referente del país durante el siglo XIX. Sin embargo, las autoridades de ese entonces no lo consideraron oportuno ya que aún no se había probado en las principales ciudades de Europa.
Y como dice la frase, "alpiste, perdiste". Dardo Rocha, fundador de la ciudad en 1882, gobernador entre 1881 y 1884 y desde ese año senador por la provincia de Buenos Aires, aprovechó la oportunidad y consiguió que se firmara el contrato con Walter Cassels, representante de la compañía eléctrica.
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Rocha estaba convencido de que, además de ser moderno, el sistema traía tres beneficios principales:
- Seguridad, ya que evitaba incendios con mucha más facilidad que las lámparas a gas.
- Ahorro, ya que reducía al 50% los costos.
- Higiene, ya que era un sistema más limpio que no dependía del gas para funcionar.
¿Cuántos focos de luz fueron necesarios para iluminar a la primera ciudad de Latinoamérica en tener el servicio?
Según el medio 0221 de La Plata, se calcula que para alumbrar a la creciente ciudad de La Plata se necesitaban entre 1.800 y 2.000 faroles a gas, que llegaban a producir 27.000 bujías.
En cambio, con solo 200 focos eléctricos se alcanzaba la cantidad equivalente a 140.000 bujías, lo que superaba ampliamente a la capacidad de los faroles a gas. Aún habiendo hecho cálculos costo-beneficio similares, la ciudad de Buenos Aires no optó por la opción de instalar un sistema de alumbrado público eléctrico en esa época. No hay que dejar de mencionar, también, que existía un monopolio del gas.
Así y todo, La Plata se convirtió en la primera ciudad de Latinoamérica en tener el moderno sistema de iluminación eléctrica. Con el paso de los años, el servicio se extendió a las casas particulares y en 1892 fue la base del tranvía eléctrico.