Se inauguró hace una década, transporta a más de medio millón de personas todos los días y se convirtió en uno de los atractivos turísticos más grandes de Bolivia.
Subir a una de las cabinas de la red de teleféricos más grande del mundo y unir dos ciudades, que están posicionadas entre las más elevadas del planeta, es una de las actividades más recomendadas para hacer en Sudamérica.
Conocido como Mi Teleférico, este sistema de transporte une la enorme urbanización de La Paz, identificada como una de las capitales de Bolivia, con El Alto.
Curiosamente, en 2018 se inauguró una línea turística en Oruro: la famosa ciudad al sur del país, que se fundó frente al lago Uru Uru.
El primer proyecto mediante el cual se propuso construir una red de teleféricos en esta zona de Bolivia, se presentó a mediados de 1970. Sin embargo, no fue hasta 1990 que se realizó un estudio oficial para determinar si este plan era posible.
Finalmente, en 2012 se anunció al mundo que el país planeaba construir este gran sistema de transporte elevado, que inauguró su primera línea el 30 de mayo de 2014.
Entonces, hace una década se cumplió el objetivo de conectar, a través de cientos de cabinas, La Paz, emplazada a 3.600 metros sobre el nivel del mar, con la localidad de El Alto, ubicada a 4.100 metros sobre el nivel del mar.
Como era de esperar, la aceptación de los usuarios fue inmediata, ya que en pocos minutos es posible unir dos urbanizaciones que, antiguamente, solo estaban conectadas por rutas repletas de pendientes.
Si bien existen proyectos de crear nuevos enlaces en un futuro cercano, la red de teleféricos más grande del mundo tiene una longitud de 32 kilómetros y es integrada por 11 líneas:
No hay dudas que la red de teleféricos más grande del mundo le cambió la vida a millones de pasajeros, dado que el transporte público terrestre de La Paz presenta diversos problemas.
Entonces, para evitar demoras, cada día un promedio de 583.000 personas se acercan a las 38 estaciones disponibles, para subir a una de las 1.398 cabinas disponibles, que circulan con una increíble frecuencia de 12 segundos y a una velocidad de 5 metros por segundo.
Pero, a pesar de su eficacia, esta red de teleféricos tiene una vida útil limitada. Según estudios estadísticos realizados, el gobierno de Bolivia estima que podrá brindar servicios sin mayores inconvenientes hasta 2054.
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