Se encuentra en el extremo sudeste de la provincia, tiene 15 habitantes y fue reconocido como un pueblo el 13 de abril de 1993.
Villa 7 de Marzo es el nombre que recibe un pequeño pueblo de Buenos Aires que es identificado como el balneario más austral de la provincia. Además, gracias a su reducida cantidad de habitantes, la localidad es uno de los sitios más tranquilos para disfrutar de un verano en la playa.
Y, a pesar de que se encuentra en una zona remota, visitar la Villa 7 de Marzo es muy sencillo, ya que se comunica con Carmen de Patagones a través de un camino que bordea el Río Negro.
La Villa 7 de Marzo es una localidad muy pequeña, distinguida como el punto urbano más al sur de la provincia de Buenos Aires.
Quienes la deseen visitar deberán viajar hasta Carmen de Patagones por la Ruta Nacional 3 y desde allí tomar un pequeño camino denominado “Laguna Grande” para recorrer los últimos 35 kilómetros que separan al pueblo de la ciudad.
Una vez en el sitio, la alternativa más recomendada es visitar sus atractivos a pie, ya que las distancias son cortas.
La historia de Villa 7 de Marzo tiene diferentes puntos de partida y el más antiguo hace referencia a un hecho histórico por el cual se le colocó este nombre al balneario.
Sucede que en las inmediaciones de la localidad, el 7 de Marzo de 1827 soldados del Imperio brasileño desembarcaron con intenciones de apropiarse las tierras, pero fueron superados en batalla por gauchos y vecinos de la primera población.
De todas formas, a pesar de que Villa 7 de Marzo quedó en territorio argentino, no fue hasta el 13 de abril de 1993 que se fundó como un pueblo y se estableció una población estable, que hoy solo alcanza los 25 habitantes.
Según los registros, el primer vecino de la zona era conocido bajo el nombre de Ramiro García Pietro. El español habría llegado a estas tierras en 1914 y compró terrenos, que años después donó para la creación del la localidad.
Es decir, a mediados de 1974 entregó 100 hectáreas al partido de Patagones para construir las primeras casas.
El mayor atractivo turístico de la Villa 7 de Marzo es su playa principal, que se extiende por largos kilómetros frente a la localidad. Y, además, es elegida por decenas de turistas que llegan con intenciones de disfrutar la paz local.
Pero, gracias a la naturaleza del lugar, el pueblo también es muy frecuentado por pescadores y deportistas. Mientras que los primeros llegan en busca de pejerreyes, pescadillas, corvinas y gatuzos, los segundos visitan este destino para practicar:
Finalmente, para los turistas que visiten Villa 7 de Marzo, deben saber que los servicios de la localidad son muy limitados. Es decir, solo tiene 2 almacenes, una sala de primeros auxilios, que se refuerza durante la temporada de verano, y una cabaña para alquilar.
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