Hay autos que, con el paso del tiempo, trascienden la simple función de transporte para convertirse en verdaderos íconos culturales. En Argentina, uno de esos vehículos es sin duda el Ford Sierra. Lanzado originalmente en Europa en 1982, su llegada al país de la mano de Ford Argentina en 1984 fue una verdadera declaración de intenciones: era el futuro sobre ruedas.
El Ford Sierra no se parecía a nada que se hubiera visto antes en las calles argentinas. Mientras otros modelos conservaban líneas cuadradas y tradicionales, el Sierra impactó con su diseño curvo, fluido y completamente aerodinámico, que parecía desafiar al viento. Esta estética vanguardista fue su primer gran atractivo y lo consolidó rápidamente en el segmento de los medianos-grandes.
Ford Sierra: la revolución aerodinámica en Argentina
El éxito del Ford Sierra no fue solo por su belleza, sino por la innovación técnica que ofrecía. Este auto fue pionero en Argentina en varios aspectos. El más notable era su aerodinámica, con un coeficiente de resistencia al aire (Cd) de solo 0.34, una cifra excelente para la época, lo que mejoraba el rendimiento y el consumo.
Ford Argentina lo ofreció en una amplia gama que se adaptaba a las necesidades de cada familia y de cada entusiasta de la velocidad.
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Modelos clave de la producción nacional (1984 - 1994)
- Sedán 5 puertas: las versiones Ghia, de lujo y confort, fueron las más populares para el uso familiar.
- Rural: ideal para viajes largos y familias numerosas.
- Coupé XR4: la versión deportiva y más recordada. Con su alerón doble y su carrocería de tres puertas, la XR4 se convirtió en un objeto de deseo para los jóvenes de la época por su performance y diseño agresivo.
Técnicamente, el Sierra también innovó al ofrecer suspensión trasera independiente, un detalle que mejoraba notablemente el agarre y el confort en ruta.
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El legado argentino del Ford Sierra
El Ford Sierra fue un éxito de ventas y de producción. Se mantuvo en las líneas de montaje argentinas hasta el año 1994, marcando una década de presencia ininterrumpida y dejando un legado de más de 77.000 unidades vendidas en el mercado nacional.
Esta longevidad, sumada a la calidad de su ingeniería y su diseño atemporal, es lo que lo convierte hoy en un "clásico de clásicos". Todavía es común ver unidades del Ford Sierra rodando por el país, cuidadas y restauradas por coleccionistas y aficionados que aprecian su historia.
El Ford Sierra representó el ingreso de Argentina en la modernidad automotriz. Se destacó por ofrecer confort, un manejo superior a sus competidores y un estilo inconfundible que, aunque pasen los años, sigue siendo admirado por su audacia y su espíritu innovador.
