El título al pueblo más pequeño de La Pampa, que también se lo puede identificar como el más despoblado, es para Hucal: un pequeño paraje rural, con una intensa historia ferroviaria, que lejos está de su época dorada.
Al igual que muchísimos otros lugares de Argentina, este sitio se fundó alrededor de una estación de tren que, en el cierre del siglo XX, quedó en el olvido y, como consecuencia, condujo a una mudanza masiva de los vecinos del lugar.
Por fortuna, la escuela de Hucal permanece en actividad, muchas de sus construcciones aún están en pie y el pueblo no se sumergió en el abandono total, gracias a los cuatro habitantes todavía residen allí.
¿Cómo logró el pueblo más pequeño de La Pampa superar los 1.000 habitantes en 1942?
La historia de este lugar, como pueblo urbano, comenzó en el cierre del siglo XIX cuando los dueños de la estancia Hucal de 80.000 hectáreas, acordaron ceder una porción de sus terrenos en 1890 para permitir el paso de un nuevo trazado ferroviario.
Precisamente, la obra consistió en crear un ramal que una Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires, con Toay, en La Pampa. Y una de las estaciones intermedias debía construirse en este sitio.
Así, además de la estación, entre las primeras edificaciones de Hucal apareció un galpón, donde convivían trabajadores ferroviarios. Años después, en las inmediaciones se crearon nuevas casas, espacios de trabajo, una escuela y algunos comercios, que favorecieron el crecimiento del pueblo.
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En simultáneo, el incremento en la cantidad de vecinos y en los servicios ferroviarios, contribuyó al desarrollo rural de la zona. Es decir, en la fortaleza de otra gran fuente de ingresos.
Finalmente, y como se comprobó mediante un censo, Hucal era, para 1942, un pueblo de 1.119 habitantes. Pero, como se informó desde el comienzo de esta nota, su realidad, 83 años después, es muy distinta.
¿Qué atractivos turísticos tiene Hucal en la actualidad?
El crecimiento de otras urbanizaciones cercanas, los cambios en las fuentes de trabajo y, sobre todo, la reducción de servicios ferroviarios en este ramal que desencadenó la clausura de la estación de Hucal; son algunos de los tantos motivos de por qué se convirtió prácticamente en un pueblo “fantasma”.
Con la mudanza de los vecinos y el abandono de las instalaciones, la naturaleza avanzó sobre las calles del lugar y las casas, tapadas por los árboles, comenzaron a sufrir grandes daños estructurales, al igual que su estación que aún conserva algunos de sus carteles originales.
Pero no todo está perdido. El pueblo más pequeño de La Pampa aún tiene en funcionamiento su Escuela Provincial Nº 118 y allí todavía residen cuatro vecinos de avanzada edad, con energías suficientes para intentar mantener vivo al pueblo y potenciar su faceta turística.
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¿Por qué la provincia de La Pampa se llama así?
Aunque la misión es compleja, no es imposible. Primero porque, como se explicará en los próximos párrafos, visitar Hucal es bastante sencillo. Es decir, está cerca de grandes ciudades y de rutas nacionales. Y, luego, porque allí se conservan muchos espacios históricos y curiosos como, por ejemplo:
- La antigua estación que, a pesar de su deterioro, conserva su aspecto original y hasta algunos de los carteles con su nombre.
- Casas de la época, con fachadas fotogénicas.
- Las instalaciones de enormes talleres ferroviarios. El protagonista es un galpón de estilo inglés que cubre una superficie de 1.600 metros cuadrados y que, en décadas pasadas, se utilizó para reparar y mantener locomotoras.
Por su lado, la estancia Hucal, que le dio el terreno y el nombre al pueblo, continúa vigente. Pero, de momento, no está abierta al turismo.
¿Cómo se puede visitar el pueblo más pequeño de La Pampa?
El pueblo más pequeño de La Pampa, que está a solo 140 kilómetros de Santa Rosa, la capital de la provincia, es de muy fácil acceso, gracias a su ubicación, a pocas cuadras de la intersección de dos rutas muy importantes:
- La Ruta Nacional 35 - Un camino muy transitado, que pasa por Santa Rosa y que tiene uno de sus extremos en las inmediaciones de Bahía Blanca, Buenos Aires, y el otro cerca de Río Cuarto, Córdoba.
- La Ruta Nacional 154 - Tiene pocos kilómetros, pero funciona como una conexión importante entre la Ruta Nacional 35, que completa el recorrido ya mencionado, y la Ruta Nacional 22, que cruza la Patagonia, de la cordillera al mar.
