La provincia de Río Negro es famosa por sus lagos cristalinos y sus bosques milenarios, pero pocos saben que su punto más alto es una montaña que parece tocar el cielo. El Cerro Tronador es un volcán inactivo que se eleva a 3.478 metros sobre el nivel del mar, ubicándose en la frontera entre Argentina y Chile. Su nombre, tan llamativo como su figura, proviene de un fenómeno natural sorprendente: el ruido similar a truenos que producen los desprendimientos de bloques de hielo de sus glaciares.
Situado a unos 90 kilómetros de la ciudad de San Carlos de Bariloche, el macizo destaca no solo por su altitud, sino por su estructura. Al ser un volcán muy antiguo, tiene tres picos principales: el Internacional (el más alto), el Argentino y el Chileno. Según registros históricos, esta montaña es el macizo más importante del norte de la Patagonia andina, y su presencia domina todo el horizonte del Parque Nacional Nahuel Huapi.
Cómo visitar y explorar el imponente Cerro Tronador de Río Negro
Para quienes desean conocer esta maravilla, el camino es una aventura en sí misma. La visita suele comenzar con un recorrido que bordea los lagos Gutiérrez y Mascardi, atravesando bosques de coihues y lengas. El destino final por tierra es Pampa Linda, el punto de partida para las caminatas y excursiones más famosas de la zona.
Desde allí, los visitantes pueden acceder a miradores espectaculares. Uno de los sitios más visitados es el Ventisquero Negro, un glaciar que nace en las alturas del Cerro Tronador y cuyas lengas de hielo caen en una laguna, adquiriendo un color oscuro debido a los sedimentos de roca que arrastran. Es un espectáculo visual único que permite comprender la dinámica de los hielos continentales.
Datos y curiosidades del gigante de Río Negro
- Altura máxima: 3.478 metros sobre el nivel del mar.
- Glaciares principales: cuenta con siete mantos de hielo, destacándose el Manso, el Castaño Overo y el Frías.
- Hito histórico: el primer ascenso registrado al Pico Internacional fue realizado por Hermann Claussen, de forma solitaria, el 29 de enero de 1934.
- Origen del nombre: los desprendimientos de seracs (bloques de hielo) generan estruendos audibles a gran distancia.
Historias de cumbre y la importancia de su conservación
La conquista del Cerro Tronador ha sido un desafío para montañistas de todo el mundo durante más de un siglo. Antes de la exitosa expedición de Claussen, muchos exploradores intentaron alcanzar su cima más alta sin éxito, debido a las grietas de sus glaciares y las cambiantes condiciones climáticas de la alta montaña. Hoy en día, existen refugios como el "Otto Meiling", ubicado a 2.000 metros de altura, que sirven de base para quienes sueñan con hacer cumbre o simplemente quieren dormir bajo el cielo más estrellado de la Patagonia.
Más allá de su atractivo turístico, el Tronador es un centro de estudio vital para los científicos que analizan el retroceso de los glaciares y el cambio climático. Cada centímetro de sus hielos guarda información valiosa sobre la historia de nuestro planeta. Por eso, visitarlo requiere un compromiso absoluto con el cuidado del medio ambiente, respetando los senderos y manteniendo la limpieza de este ecosistema tan frágil.
Conocer el punto más alto de Río Negro es conectarse con la historia de nuestra tierra y valorar la inmensidad de los Andes. El Tronador no solo es un récord en un mapa, es un testimonio vivo del poder de la naturaleza que sigue asombrando a grandes y chicos por igual.