En el árido y majestuoso paisaje de Catamarca, se encuentran las dunas de Tatón, uno de los secretos naturales mejor guardados del país. Este inmenso mar de arena, moldeado por el viento y el tiempo, se despliega en el departamento de Tinogasta, al oeste de la provincia, a pocos kilómetros de la localidad de Fiambalá.
Las dunas de Tatón no solo sorprenden por su belleza, sino también por su tamaño. Además, su particular color dorado y sus formas onduladas crean una postal única, especialmente al atardecer.
Las dunas de Tatón: un paraíso en Catamarca
A pesar de su creciente fama, las dunas de Tatón mantienen un ambiente tranquilo y poco intervenido por el turismo masivo. Esto permite a los visitantes disfrutar de una experiencia auténtica, en contacto directo con la naturaleza. Su entorno es ideal para practicar sandboard, realizar travesías en 4x4 o simplemente contemplar el paisaje desde un punto panorámico.
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¿Por qué Catamarca se llama así?
Estas dunas se ubican dentro de un corredor turístico que incluye otros atractivos de la región, como las Termas de Fiambalá, el imponente Paso de San Francisco y los pueblos andinos que conservan tradiciones ancestrales. El acceso a las dunas es sencillo desde Fiambalá, que se encuentra a unos 25 kilómetros y ofrece alojamiento, gastronomía regional y servicios turísticos.
Un paisaje que conquista a cada paso
Las dunas de Tatón también han ganado protagonismo por ser escenario de eventos deportivos y filmaciones. Cada año, distintas competencias de rally, como el Dakar en ediciones anteriores, han recorrido este terreno exigente y cambiante. Además, productoras audiovisuales nacionales e internacionales han elegido estas dunas para rodajes por su parecido con paisajes desérticos de otras partes del mundo.
Algunos datos destacados:
- Ubicación: Departamento Tinogasta, provincia de Catamarca, Argentina.
- Actividades recomendadas: Sandboard, travesías en 4x4, senderismo, fotografía, observación de atardeceres.
Visitar las dunas de Tatón es descubrir una faceta distinta del norte argentino, donde la arena es protagonista y el silencio del desierto invita a la contemplación. Catamarca, con su belleza natural intacta, nos recuerda que todavía existen paisajes que sorprenden por su inmensidad y serenidad.
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Fotos - Gonzalo Martínez
