Se inauguró hace poco más de 84 años, tiene capacidad para 57.200 espectadores y es la “casa” del Club Atlético Boca Juniors. Sin lugar a dudas, es una de las construcciones argentinas más destacadas.
En el barrio porteño de La Boca, a pasos de Caminito y pegado a un trazado ferroviario utilizado por un tren de carga de la línea Roca, se encuentra el Estadio Alberto J. Armando, más conocido como La Bombonera. En simples palabras, la “casa” del Club Atlético Boca Juniors.
Por la popularidad de la institución deportiva, el diseño del recinto y los encuentros históricos que se disputaron sobre su césped, este ícono de hormigón se convirtió en uno de los puntos turísticos más famosos de la Ciudad de Buenos Aires y de Argentina.
Es por eso que, a continuación, vamos a narrar algunos detalles de su historia, así como también los cambios que experimentó durante los últimos 84 años, hasta alcanzar su aspecto actual.
Aunque muchas personas lo desconocen, el Club Atlético Boca Juniors, que se fundó el 3 de abril de 1905, tuvo seis estadios antes de construir, por iniciativa de la presidencia de la institución, el séptimo, hoy conocido como La Bombonera.
Los primeros tres, como era de esperar, eran pequeños recintos, con tribunas bajas, que se emplazaron en diversas ubicaciones, siempre dentro del barrio de La Boca. De todas formas, una década después de su fundación, el club se mudó por dos temporadas a la ciudad de Wilde, en el Gran Buenos Aires, donde construyó su cuarto estadio.
Su regreso a La Boca se materializó en 1916, año en el que inauguró el quinto estadio de su historia (Estadio de Ministro Brin y Sengüe), que se estrenó el 25 de mayo en un partido en el que los locales vencieron 2 a 0 a Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires.
En 1924, más precisamente el 6 de julio, el Club Atlético Boca Juniors estrenó su sexto estadio, que se llamó “de Brandsen y Del Crucero”. El partido inaugural se disputó con el club Nacional, de Uruguay. Los locales vencieron por 2 a 1.
Finalmente, en el cierre de la década de 1930 se barajó la idea de demoler el recinto para construir, en el mismo terreno, un séptimo estadio, mucho más grande. Así nació La Bombonera.
En 1937, el Club Atlético Boca Juniors organizó un concurso de diseños para decidir el aspecto del nuevo estadio. El proyecto ganador, que se enfocó en la utilización de estructuras de hormigón armado, fue el que presentó el arquitecto esloveno Viktor Sulčič.
Pocos meses después, el 18 de febrero de 1938 se colocó la piedra fundamental y, de esta manera, el 6 de agosto del mismo año cientos de trabajadores iniciaron la construcción. Esta fue liderada por Sulčič que, junto al geómetra Raúl Bes, y al ingeniero José Luis Delpini, formaron el estudio Delpini-Sulcic-Bes.
Menos de dos años después, La Bombonera se inauguró el 25 de mayo de 1940, con un partido que los locales se midieron ante el Club Atlético San Lorenzo de Almagro y ganaron 2 a 0. En ese momento, solo tenía una bandeja.
Un dato curioso es que, debido a la tecnología de la época, al momento de su estreno el estadio no tenía un sistema de luz artificial. Es por eso que, para finalizar el encuentro antes del atardecer, aquel primer partido se disputó con dos tiempos de 35 minutos.
Y, para quienes deseen conocer una segunda curiosidad, es relevante mencionar que el estadio no tuvo un nombre puntual hasta el 26 de abril de 1986, cuando se lo bautizó “Dr. Camilo Cichero”, en homenaje al presidente que motivó su construcción. El actual, Alberto J. Armando, recién se estableció el 27 de diciembre de 2000.
En cuanto al apodo "La Bombonera", está presente desde la construcción del estadio, ya que se lo colocó el arquitecto esloveno que lo diseñó. ¿El motivo? ¡Simple! Que, desde su punto de vista, tiene un aspecto similar al de una caja de bombones.
Desde su estreno, La Bombonera tiene un diseño con bandejas curvas, superiores y “adelantadas”, que tienen una gran pendiente y, según los espectadores, “adquieren una atmósfera especial”.
Y, aunque su aspecto se conserva, el recinto experimentó numerosos cambios con el correr de los años. Algunos ocurrieron en:
El apelativo «La Bombonera» nació junto con el proyecto del arquitecto Viktor Sulčič, y surgió de una anécdota protagonizada por él mismo, durante la etapa de desarrollo del diseño. En ocasión de su cumpleaños, una amiga le regaló una caja de bombones, que Sulčič comenzó a llevar a las reuniones con el ingeniero Delpini y otros participantes del proyecto, ya que su forma era casi exactamente igual a la del estadio que él estaba diseñando. A partir de entonces, aun antes de su construcción, para todos fue la Bombonera, incluidas las autoridades del club, que la llamaron así en los discursos del día de su inauguración.
El estadio del Club Atlético Boca Juniors ganó, con el correr de los años, múltiples reconocimientos a nivel local, nacional e internacional.
Entonces, aunque, por rivalidades deportivas hay muchas personas que están en completo desacuerdo, está claro que La Bombonera recibió grandes elogios a lo largo de su historia. Prueba de lo mencionado es:
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