Argentina es el principal exportador de maní de Sudamérica y uno de los más importantes del mundo. Pero hay algo que lo hace único: su sabor naturalmente dulce, una característica que no se encuentra con la misma intensidad en ninguna otra parte del planeta.
Según un estudio del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el maní producido en Córdoba tiene un contenido de azúcares y aceites que le otorgan un dulzor más alto que el de otros países productores, como Estados Unidos, China o India. Esta cualidad natural se debe a una combinación perfecta entre el suelo fértil, el clima semiárido y las variedades adaptadas a la región.
El área manisera argentina abarca principalmente el centro y sur de Córdoba, aunque también se cultiva en sectores de La Pampa, San Luis y Buenos Aires. En total, se producen más de 1,3 millones de toneladas por año, según datos del Ministerio de Agricultura, y alrededor del 90% de esa producción se exporta.
Por qué el maní argentino es el más dulce del mundo

El secreto del maní argentino no está en un proceso industrial ni en un agregado artificial, sino en la naturaleza misma del cultivo. Las condiciones del suelo y la radiación solar de la región central del país generan un equilibrio especial entre los niveles de azúcares naturales y aceites vegetales, lo que potencia su sabor y su textura cremosa.
Este equilibrio químico natural fue confirmado por un análisis del INTA Manfredi, que determinó que las variedades argentinas —como la Granoleico— presentan un perfil de ácidos grasos más saludable y estable, ideal para su conservación y consumo.
Además de su dulzura, el maní nacional se caracteriza por:
- Alto contenido de proteínas (alrededor del 25%).
- Gran tamaño de grano y textura firme.
- Menor humedad y mayor durabilidad.
- Sabor más intenso y naturalmente dulce.
Estas cualidades hacen que sea el preferido por la industria chocolatera y repostera de países como Países Bajos, Alemania y Reino Unido, donde se utiliza tanto en pasta como en snacks o mantequillas.
El “oro silencioso” del campo argentino
Aunque el maní no siempre recibe la misma atención que otros cultivos como la soja o el maíz, su impacto económico es enorme. Argentina exporta más del 90% de su producción a más de 100 destinos internacionales, lo que la posiciona como el primer exportador mundial de maní confitería (el que se utiliza en alimentos dulces).
La provincia de Córdoba concentra cerca del 80% de la superficie cultivada y el 90% de la industrialización del producto. Allí se encuentran las plantas que lo seleccionan, tuestan, procesan y envasan para su envío a todo el mundo.
El maní argentino no solo se destaca por su dulzura, sino también por su calidad sanitaria, ya que cumple con los más altos estándares internacionales de seguridad alimentaria. Esto le permite mantener su liderazgo global y seguir creciendo año tras año.
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Curiosidades del maní argentino

- El 85% de la producción argentina se exporta a Europa.
- La siembra se realiza entre octubre y noviembre, y la cosecha entre abril y mayo.
- En 2019, el INTA Manfredi presentó una variedad de maní con mayor contenido de aceite saludable, desarrollada íntegramente en Argentina.
- Es uno de los ingredientes principales de productos emblemáticos como el turrón, el mantecol y las barras de cereal.
Un sabor que representa al país
El maní argentino es un ejemplo perfecto de cómo la combinación entre naturaleza, conocimiento científico y trabajo rural puede dar como resultado un producto de excelencia. Detrás de su sabor dulce hay décadas de investigación, innovación y esfuerzo de miles de productores que transformaron un cultivo regional en un símbolo de calidad mundial.
Por su sabor, su pureza y su origen, el maní argentino no solo endulza los paladares de millones de personas, sino que también lleva el nombre del país a las mesas del mundo.
