Durante la década de 1970 y 1980, Corea del Sur vivió un fenómeno conocido como el "Milagro del río Han", un periodo de crecimiento económico y urbanístico asombroso. En ese contexto, la construcción de puentes que unieran el norte y el sur de la capital, Seúl, era una prioridad. Así fue como, en el año 1979, se inauguró el Puente Seongsu. Esta estructura, que conectaba los distritos de Seongsu-dong y Apgujeong-dong, se diseñó para facilitar el tránsito en una ciudad que se expandía a pasos agigantados.
El Puente Seongsu se destacaba por su diseño de armadura de acero, una técnica que le otorgaba una apariencia moderna y estilizada. Con una longitud de más de un kilómetro, no solo era una vía de transporte esencial para miles de trabajadores y estudiantes, sino también un orgullo de la ingeniería local. Sin embargo, detrás de su fachada de progreso, se escondían problemas que años más tarde saldrían a la luz de la peor manera posible.
El colapso del Puente Seongsu y las lecciones del pasado
La mañana del 21 de octubre de 1994 comenzó como cualquier otra en Seúl. Miles de vehículos circulaban por la ciudad en plena hora pico cuando, exactamente a las 7.40 horas, ocurrió lo impensable. Una sección central de 48 metros del Puente Seongsu se desprendió repentinamente y cayó desde una altura de 15 metros a las frías aguas del río Han.
El impacto fue devastador. Varios vehículos, incluyendo un colectivo lleno de estudiantes y trabajadores, cayeron junto con la estructura. Según registros y crónicas de la época, la tragedia se cobró la vida de 32 personas y dejó a otras 17 heridas. La noticia recorrió el mundo, no solo por la magnitud del desastre, sino por las causas que lo provocaron.
Las investigaciones posteriores revelaron una serie de errores fatales. Se determinó que las soldaduras de las vigas de acero no habían sido realizadas correctamente y que el mantenimiento preventivo fue insuficiente ante el aumento del peso del tráfico diario, que superaba ampliamente lo previsto originalmente. El desastre del Puente Seongsu provocó una crisis política inmediata: el entonces alcalde de Seúl presentó su renuncia y el gobierno nacional ordenó una inspección de emergencia en todos los puentes y edificios del país para evitar nuevas tragedias.
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Datos clave sobre la historia del puente
- Inauguración original: 1979.
- Fecha del desastre: 21 de octubre de 1994.
- Víctimas fatales: 32 personas.
- Nueva inauguración: 15 de agosto de 1997.
- Causas principales: Fallas en las soldaduras y falta de control en el peso del tránsito.
Un nuevo comienzo: la reconstrucción del Puente Seongsu
Tras el colapso, el gobierno decidió que no bastaba con reparar la parte dañada. Los restos de la estructura antigua fueron demolidos y se inició la construcción de un nuevo Puente Seongsu, diseñado bajo los estándares de seguridad más estrictos del momento. El nuevo puente fue reabierto al público el 15 de agosto de 1997, con un diseño reforzado y un sistema de monitoreo constante para garantizar la estabilidad de cada viga.
Hoy en día, el Puente Seongsu se mantiene como una vía de comunicación vital y segura en Seúl. Sin embargo, su historia se enseña en las universidades de ingeniería como un recordatorio constante de que el progreso nunca debe estar por encima de la seguridad. La reflexión que dejó este suceso permitió que Corea del Sur desarrollara una cultura de mantenimiento mucho más rigurosa, transformando el dolor de aquel 1994 en una base sólida para el futuro.
Al cruzarlo hoy, los ciudadanos no solo ven una conexión entre dos orillas, sino un monumento a la responsabilidad y a la memoria de quienes perdieron la vida en aquel trágico día. Es, en definitiva, una historia sobre la importancia de hacer las cosas bien desde el principio y cuidar aquello que construimos para que dure para siempre.
