La tortuga marina más grande del mundo (Dermochelys coriacea) es un verdadero gigante marino. Además, es una de las criaturas más antiguas del planeta, ya que sus antepasados aparecieron hace más de 100 millones de años, cuando los dinosaurios aún habitaban la Tierra.
Este animal puede alcanzar 2,3 metros de longitud y llegar a pesar hasta 600 kilogramos, aunque se han registrado ejemplares excepcionales que superaron los 900 kilos. A diferencia de otras tortugas marinas, su caparazón no es rígido ni está formado por escamas óseas, sino que posee una estructura flexible cubierta por una gruesa piel con textura de cuero, lo que le da su nombre común: tortuga laúd o tortuga de cuero.
Su color es oscuro, casi negro, con motas blancas o azuladas, y su forma hidrodinámica le permite desplazarse con agilidad en el agua. De hecho, puede alcanzar velocidades de hasta 35 kilómetros por hora y bucear a profundidades que superan los 1.200 metros, más que cualquier otra tortuga marina.
¿Dónde vive la tortuga marina más grande del mundo?

La tortuga laúd tiene una distribución casi global. Se la puede encontrar en océanos tropicales, templados e incluso fríos, desde el Atlántico hasta el Pacífico. Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), realiza migraciones de miles de kilómetros entre las zonas de alimentación y las playas donde anida.
Sus principales áreas de anidación se ubican en las costas del Caribe, África occidental, América Central, Indonesia y el Pacífico Sur. Durante la temporada de reproducción, las hembras regresan a la playa donde nacieron para enterrar sus huevos en la arena, un comportamiento que repiten cada dos o tres años.
Las crías, al nacer, deben emprender una carrera hacia el mar plagada de peligros. Solo una pequeña parte logra llegar a la adultez, tras lo cual pueden vivir entre 30 y 50 años en libertad.
Características únicas de la tortuga marina más grande del mundo

A lo largo de millones de años, la tortuga laúd ha desarrollado una serie de adaptaciones que la convierten en una especie extraordinaria:
- Caparazón blando y flexible: le permite resistir la presión de las profundidades oceánicas.
- Gran capacidad de buceo: puede sumergirse a más de 1.000 metros en busca de alimento.
- Dieta especializada: se alimenta principalmente de medusas y otros organismos gelatinosos, ayudando a mantener el equilibrio ecológico de los océanos.
- Amplias migraciones: recorre miles de kilómetros entre océanos, conectando ecosistemas de distintas regiones del planeta.
Un gigante en peligro: conservación de la tortuga marina más grande del mundo
A pesar de su fortaleza y tamaño, la tortuga marina más grande del mundo enfrenta una dura amenaza. Está catalogada como “Vulnerable”, según la región, por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Las principales amenazas que enfrenta son:
- La contaminación plástica, ya que muchas veces confunde bolsas con medusas y las ingiere.
- La pesca incidental, en la que queda atrapada en redes y anzuelos.
- La pérdida de playas de anidación por el cambio climático y la urbanización costera.
Por eso, organismos como la NOAA y distintas fundaciones internacionales trabajan en programas de conservación y monitoreo que incluyen la protección de nidos, la reducción de la contaminación marina y la educación ambiental.
Una sobreviviente de millones de años

La tortuga laúd es un testimonio viviente de la historia natural del planeta. Ha sobrevivido a extinciones masivas y transformaciones globales, pero hoy depende de la acción humana para continuar existiendo.
Observarla en su hábitat —deslizándose lentamente entre las olas— es presenciar a una especie que combina belleza, fuerza y antigüedad, y que nos recuerda la importancia de cuidar los océanos que compartimos con ella.

