La Cordillera Real es un nombre que le sienta a la perfección a esta impresionante cadena montañosa. Se trata de uno de los cordones más importantes de la geografía sudamericana y un verdadero tesoro natural de Bolivia. A diferencia de otras regiones andinas, esta cordillera se destaca por la concentración de sus picos nevados, que se elevan majestuosamente muy cerca de una de las ciudades más altas del mundo, La Paz.
Este impactante cordón es parte de la Cordillera Oriental de los Andes. Se extiende por aproximadamente 125 kilómetros y actúa como una gigantesca muralla natural que separa el árido Altiplano boliviano de las llanuras tropicales de la cuenca amazónica. Sus cimas, perpetuamente cubiertas de hielo y nieve, son la fuente de importantes sistemas hídricos que alimentan ríos fundamentales.
Gigantes de hielo y roca
Lo más llamativo de este cordón montañoso es su concentración de picos que superan los 6000 metros de altura sobre el nivel del mar. Esto lo convierte en uno de los sectores más desafiantes para el andinismo en América del Sur. Estos colosos de roca y hielo son formaciones geológicas de gran antigüedad que ofrecen vistas inigualables y que han sido sagradas para las culturas andinas durante siglos.
Las montañas más altas y conocidas de la Cordillera Real son:
- Illimani (6460 m.s.n.m.): Es la cumbre más alta de la cordillera y el emblema de la ciudad de La Paz, a cuya vista se levanta.
- Ancohuma (6427 m.s.n.m.): Uno de los picos más remotos y de mayor dificultad técnica para ascender.
- Illampu (6368 m.s.n.m.): Un gigante conocido por su silueta imponente y la belleza de sus glaciares.
- Huayna Potosí (6088 m.s.n.m.): Famoso por ser uno de los "seismiles" más accesibles del mundo, atrayendo a montañistas experimentados.
La Cordillera Real: un espectáculo geográfico único
Una de las grandes curiosidades de la Cordillera Real es su extrema cercanía a los centros urbanos. A pesar de sus alturas descomunales, se encuentra a una corta distancia de la metrópolis de La Paz y El Alto. Desde el centro de la capital boliviana, es posible observar con total claridad el macizo del Illimani dominando el horizonte. Este contraste entre la vida urbana agitada y la inmensidad glacial convierte el paisaje en algo verdaderamente único en el mundo.
Además de los glaciares, la zona es reconocida por sus impresionantes lagos de origen glaciar. Estas lagunas de colores intensos, que varían entre el azul profundo y el turquesa, se encuentran dispersas a gran altura, siendo refugios para la fauna local.
Aventura en la Cordillera Real: cómo visitarla
La Cordillera Real es un destino de primer nivel para el turismo de aventura. Las opciones varían desde caminatas sencillas de un día alrededor de los lagos, hasta complejas expediciones de alta montaña. La Paz o El Alto son las bases ideales para planificar una visita.
El ascenso a picos como el Huayna Potosí es una de las mayores atracciones. Aunque su altura es extrema, es considerado técnicamente menos difícil que otros gigantes andinos, lo que permite a montañistas novatos (con aclimatación y guías profesionales) alcanzar una cumbre de más de 6000 metros. Visitar esta joya boliviana no solo es un reto físico, sino también una inmersión en la rica geografía y cultura andina.