Al caminar por sus calles, es común encontrarse con edificios modernos, plazas arboladas y una vibrante vida comercial. Pero detrás de todo eso, Belgrano guarda una historia rica y llena de significado, que comienza mucho antes de convertirse en uno de los barrios más reconocidos de la Ciudad de Buenos Aires.
Un nombre con historia
El barrio fue fundado el 23 de mayo de 1855 como un pueblo independiente. Su nombre fue elegido en homenaje a Manuel Belgrano, prócer argentino, abogado, político y creador de la bandera nacional. Esta elección no fue casual: por aquel entonces, era común que los nuevos asentamientos llevaran el nombre de figuras históricas relevantes para la joven nación.
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No solo fue un referente en la lucha por la independencia, sino también un pensador comprometido con la educación, la economía y el bienestar social. Llamar al nuevo pueblo con su apellido fue una forma de rendirle tributo y de marcar un rumbo patriótico desde el inicio.
De pueblo autónomo a parte de la ciudad
Durante sus primeros años, Belgrano funcionó como municipio autónomo y llegó a ser capital provisoria de la Nación en 1880, durante un breve período de tensiones políticas. Fue en esa misma década cuando se incorporó oficialmente a la Ciudad de Buenos Aires, pasando a formar parte del entramado urbano porteño que crecía sin freno.
Hoy en día, se divide en varias zonas: Belgrano R, Belgrano C, Bajo Belgrano y la zona central, cada una con identidad propia. Desde el tradicional Barrio Chino, hasta la Iglesia de la Inmaculada Concepción (conocida como “La Redonda”), el barrio combina lo moderno con lo histórico, atrayendo tanto a turistas como a vecinos.
Belgrano en números y datos
- Fecha de fundación: 23 de mayo de 1855
- Nombre en honor a: Manuel Belgrano
- Hechos destacados: Fue capital provisoria en 1880 y sede de importantes residencias aristocráticas del siglo XIX
El barrio de Belgrano hoy
Además de su importancia histórica, Belgrano es uno de los barrios con mejor calidad de vida de la ciudad. Su amplia oferta educativa, espacios verdes como la Plaza General Manuel Belgrano, museos, centros culturales y acceso a medios de transporte lo convierten en un lugar ideal para vivir o visitar.
A lo largo del tiempo, este barrio ha sabido conservar su esencia histórica al mismo tiempo que se adapta a las nuevas formas de vivir la ciudad. Y todo comenzó con un nombre que lo dice todo.
