La pirita es un mineral que durante siglos confundió a los buscadores de piedras preciosas. En la actualidad, se utiliza con fines industriales y científicos, pero tiempo atrás, cuando aún se desconocía su utilidad, eran otros los fines de quienes encontraban pirita sin saberlo.
Con el tiempo, se supo que donde hay pirita, suele haber oro en la mayoría de los casos. En cierto sentido, entonces, los minerales están relacionados, sólo que uno tiene mucho más valor económico y social que el otro.
¿Por qué es el "oro de los tontos"?
Las imágenes pueden adelantar la respuesta: por su parecido en forma, tamaño y brillo con la piedra preciosa, la pirita fue apodada como el "oro de los tontos". Por siglos, muchos buscadores se topaban con la piedra y, creyendo que se trataba de oro, hacían lo imposible para asegurarse sus riquezas.
La fiebre del oro se extendió por muchas regiones, y ciudades enteras cayeron en las manos de estafadores que habían "encontrado" oro en minas lejanas. Más aún cuando la mayor parte de la sociedad no tenía conocimientos en geología, y podía ser engañada fácilmente por el parecido entre minerales.
Sin embargo, no era despreciada por todos. Durante mucho tiempo, algunos pueblos nativos de Norteamérica, lugar donde la piedra se encuentra con mayor facilidad, la utilizaron como espejo y también para fabricar ornamentos.
La pirita, un nuevo "imán"
En la ciencia, hay avances que permiten desmentir viejas hipótesis, y otros que permiten actualizar teorías o modelos y conocer más sobre la utilidad de ciertos objetos. Tal es el caso de los descubrimientos en torno a la pirita.
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Un estudio publicado en Science Advances demostró que el "mineral "oro de los tontos" se puede transformar eléctricamente en un material magnético. El descubrimiento podría aplicarse al desarrollo de:
- Memorias de computadoras a bajo costo y de ahorro energético.
- Paneles solares.
Para poder conseguir que la pirita sea un material magnético, deben someterla a la activación de electrolitos. Para ello, mezclaron algunos elementos del mineral con una solución iónica y le dieron una descarga eléctrica de 1 volt. Así, el material se cargó positivamente y pudo comprobarse su utilidad magnética.
