Ocurrió durante una tarde de 1973 y, aunque duró 10 minutos, destruyó por completo una ciudad de la provincia de Santa Fe.
El viento es un factor que atemoriza a muchas personas, sobre todo cuando aparece durante una gran tormenta. Y, aunque en la historia de Argentina, estuvo presente en muchos temporales, ninguno iguala al impacto que tuvo durante el tornado más fuerte del hemisferio sur.
Este desastre natural, que comenzó y terminó en solo 10 minutos, destruyó por completo a una pequeña ciudad que se llama San Justo y se encuentra en el centro de la provincia de Santa Fe.
Puntualmente, en aquella fatídica jornada del 10 de enero de 1973, decenas de personas perdieron la vida, cientos resultaron heridas de gravedad y miles de construcciones desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos.
Durante la mañana de ese miércoles, los habitantes de San Justo, Santa Fe, realizaron sus tareas cotidianas, mientras soportaban el alto porcentaje de humedad y el calor extremo.
Luego del mediodía, muchas personas regresaron a su casa para almorzar y proceder a realizar la tradicional siesta, antes de retomar con sus obligaciones por la tarde.
Sin embargo, esto no fue posible. El 10 de enero de 1973 nadie pudo descansar, porque a las 14.15 horas, sobre un campo lindero a las vías del tren, se formó el tornado más poderoso del mundo, fuera de Estados Unidos.
En menos de un minuto, este inusual fenómeno alcanzó la categoría F5 (la más alta), con poderosas ráfagas que superaron los 320 km/h y causaron destrozos inimaginables.
Esto ocurrió porque el tornado más fuerte del hemisferio sur realizó un recorrido de 3.200 metros, sobre el centro de la ciudad de San Justo. Con sus 319 metros de ancho, destruyó todo a su paso.
El desastre natural duró menos de 10 minutos. Sin embargo, el tiempo fue suficiente para ocasionar el fallecimiento de 63 personas y dejar un saldo de más de 200 heridos.
Según los relatos de los vecinos que sobrevivieron a este fenómeno, ellos observaron en primer plano como el tornado:
Una vez que el tornado más fuerte del hemisferio sur llegó a su fin, quienes resistieron al suceso salieron a las calles para rescatar a sus familiares, amigos, vecinos y desconocidos.
Al mismo tiempo, mientras que una fuerte lluvia caía sobre San Justo, un grupo de personas se trasladó a la capital de la provincia, para informar sobre las consecuencias del desastre y solicitar ayuda.
Redacción - Ignacio Risso.
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