Las mariposas son uno de los insectos más sorprendentes del reino animal, ya sea por la simetría y colores de sus alas o por su vuelo apacible. Sin embargo, también destacan por una gran diferencia con respecto al sentido del gusto.
Lo primero a saber de ellas es que tienen sus papilas gustativas en los extremos de las patas, receptores tan pequeños que no son perceptibles al ojo humano. Por ese motivo, se posan de flor en flor sin necesidad de acercar su cabeza al centro de cada una.
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¿Cómo se alimentan?
Tener los receptores gustativos es, a diferencia de lo que ocurriría con el ser humano, una gran ventaja para las mariposas. Lo cierto es que su localización les otorga dos ventajas principales:
- Conocer el gusto de una hoja, flor o árbol, antes de beber su néctar o alimentarse de él.
- Saber si puede polinizar la flor o no.
Según se conoce, las mariposas perciben el gusto con una intensidad 200 veces mayor que la del ser humano. Luego de detectar si una flor o planta es comible, se alimentan a partir de su probóscide, un aparato bucal con forma de trompa que se extiende para succionar.
La importancia de las mariposas en el medioambiente
El rol de las mariposas en los distintos ecosistemas es fundamental, ya que no sólo actúan como polinizadoras sino que también son, tristemente para ellas, fuente de alimento para muchas otras especies.
Sin embargo, también se las tiene de referencia al momento de establecer los indicadores de bienestar y salud de los ecosistemas. Así, la comunidad científica las estudia para conocer el impacto de la pérdida de cierto hábitat, o también se fragmentación.
