África es un continente maravilloso, repleto de rincones naturales que, ante la mirada del mundo, suelen pasar desapercibidos. Uno de estos sitios lleva el nombre de Turkana y, entre muchos otros datos curiosos, resalta como el lago alcalino más grande del planeta.
Como si no bastara con lo mencionado, este espejo de agua también es el lago desértico y permanente de mayor superficie del mundo. Por lo tanto, es un sitio ideal para explorar en el marco de una gran aventura viajera.
Lamentablemente, a pesar de su tamaño y los ríos que lo alimentan, el lago Turkana de Kenia está en retroceso. Es decir, cada vez tiene menos agua.
¿Qué países comparten el lago Turkana?
Si bien es real el lago Turkana es uno de los paisajes más famosos de Kenia, también cruza, por muy poco, una frontera internacional. En su extremo norte, decora los paisajes del sur de Etiopía.
Por su ubicación y la historia de estas tierras, el sitio experimentó numerosos cambios en el pasado. Uno de los más llamativos fue la modificación de su nombre, por partida doble.
Es decir, en el cierre del siglo XIX, precisamente en 1888, se decidió llamarlo lago Rudolf, en honor al Archiduque Rodolfo de Habsburgo. Pero, avanzado el siglo XX, las autoridades locales se decidieron por Turkana, vigente desde 1975.
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¿Cuál es la profundidad máxima del lago Turkana?
El lago Turkana es el espejo de agua alcalino más grande del planeta y el lago desértico y permanente más grande del mundo porque tiene 290 kilómetros de longitud y un ancho máximo de 32 kilómetros, dentro del valle del Gran Rift.
Para intentar tomar conciencia de su superficie, es relevante mencionar que en sus inmediaciones hay tres reservas protegidas de Kenia que, a su vez, son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1997:
- Parque nacional de Sibiloi - 157.085 hectáreas.
- Isla Sur del lago Turkana - 3.900 hectáreas.
- Isla Central del lago Turkana (donde el protagonista es un volcán activo) - 500 hectáreas.
Y, si bien su profundidad media de 30,2 metros no sorprende, la cifra no debe engañar. El lago Turkana, emplazado a 360,4 metros sobre el nivel del mar, tiene una profundidad máxima de 109 metros.
¿Cómo se puede visitar este espejo de agua?
Visitar el lago Turkana, sus costas rocosas del sur y sus enormes dunas del norte, no es sencillo. Además de tener que soportar el clima cálido y seco, acompañado de la intensa brisa del lugar, el gran desafío es llegar.
Sin contar las pequeñas poblaciones que lo rodean, este sitio está a más de tres días en auto de ciudades grandes como Nairobi, capital de Kenia. Por lo tanto, para conocerlo es necesario organizar un paseo guiado y tomar todas las precauciones posibles.
Pero, según los viajeros que lo conocieron, es un esfuerzo que vale la pena. Llegar, ver el lago, contemplar la desembocadura de los ríos Omo, Turkwel y Kerio, y disfrutar de la flora y fauna local, no tiene precio.
Además, el momento de sumergirse en una aventura de estas características es ahora, ya que el lago Turkana tiende a desaparecer. Aunque el proceso es lento, está presente. Lamentablemente, su nivel de agua descendió 10 metros entre 1975 y 1993.
