El tornado de Londres de 1091 es recordado como uno de los fenómenos naturales más devastadores en la historia del continente europeo. A pesar de que ocurrió hace más de nueve siglos, los registros históricos detallan su paso con tanta precisión que hoy los meteorólogos modernos pueden estimar su fuerza y magnitud.
Según los documentos de la época, el tornado atravesó la ciudad medieval de Londres con vientos que habrían alcanzado los 343 kilómetros por hora, destruyendo cientos de construcciones y provocando un caos total en la capital del Reino Unido.
El tornado de Londres de 1091: un fenómeno sin precedentes

El tornado de Londres de 1091 se formó el 17 de octubre de aquel año, durante una jornada en la que una tormenta eléctrica intensa se desplazaba sobre el valle del río Támesis. En ese entonces, Londres era una ciudad pequeña y amurallada, con casas de madera, calles angostas y pocos edificios de piedra.
A pesar de su tamaño reducido, el tornado arrasó una gran parte del territorio urbano: más de 600 construcciones se destruyeron y otras tantas sufrieron daños graves. Incluso, una de las estructuras más emblemáticas del período —la iglesia de San María le Bow— fue parcialmente derribada.
Los relatos indican que las pesadas vigas de la torre se arrancaron y volaron a más de 200 metros de distancia. Un detalle que confirma la magnitud del fenómeno.
La fuerza del tornado y sus consecuencias
Estudios posteriores realizados por el Tornado and Storm Research Organisation (TORRO) estiman que el fenómeno alcanzó una intensidad equivalente a un F4 en la escala Fujita moderna, lo que significa vientos superiores a los 330 km/h.
Aunque no existen cifras precisas sobre víctimas fatales, se cree que hubo un número reducido, ya que la densidad poblacional de la ciudad era baja. Sin embargo, las pérdidas materiales fueron catastróficas y marcaron un antes y un después en la historia londinense.
Tras su paso, el tornado destruyó techos, muros y puentes, y dejó a miles de personas sin hogar. Su violencia fue tal que algunos cronistas medievales lo describieron como “una cólera divina que vino del cielo”.
Tres datos curiosos sobre el tornado de Londres de 1091

- Es el segundo más antiguo documentado en Europa.
- Velocidad récord: Sus vientos fueron de 343 km/h, comparables a los de los tornados más potentes del siglo XXI.
- Un fenómeno único: No se registró otro tornado de esa magnitud en Londres durante los siguientes 900 años.
Un evento histórico que sigue sorprendiendo
Hoy, el tornado de Londres de 1091 es estudiado no solo por su impacto histórico, sino también por su valor científico. Demuestra que este tipo de fenómenos, aunque más frecuentes en regiones como Estados Unidos, también pueden ocurrir en Europa.
Los investigadores consideran que este evento fue clave para comprender cómo se comportan los tornados en climas templados y urbanos. Además, continúa siendo una advertencia sobre la fuerza impredecible de la naturaleza y su capacidad para transformar la historia de una ciudad en cuestión de minutos.

