¿De qué hablamos cuando hablamos de Respeto? Para comenzar, se puede decir que es la actitud de apreciación y valoración ante una persona, animal o cosa tratándole con veneración, miramiento y consideración.
El respeto también puede estar dirigido hacia una forma de pensar, de sentir o de vivir. La mirada sobre el mundo, los sentimientos hacia otros y sombre sí mismos, la manera en que pensamos, la forma en que vivimos nuestra vida, merecen ser respetadas por los demás. Por supuesto, siempre que esas formas no causen discriminación ni violencia.
Todas y todos tenemos el derecho a ser tratadas y tratados con respeto y a que no se nos juzgue por nuestra raza, género, identidad de género, sexo, edad, lugar de residencia, orientación sexual, etc.
Por otro lado, también podemos pensar al respeto en relación con el cuerpo legal que rige la vida en sociedad. Para vivir en armonía, es fundamental que cada quien respete esas normas y leyes. Las reglas de tránsito, las leyes que regulan la vida en sociedad y establecen lo que se puede hacer y lo que no, las diferentes reglamentaciones de los poderes del Estado, etc.
El respeto se traduce en actitudes, como ser amable y respetuoso ante comportamientos, creencias y actividades. Además, es un valor que permite una convivencia sana y pacífica entre las personas.
Finalmente, el respeto también es fundamental en lo que tiene que ver con el acceso a derechos. El derecho a la educación, a la salud, a un trato digno, entre otros, deben ser respetados y su acceso debe, además, estar garantizado.