Las famosas cataratas del Niágara, ubicadas en la frontera entre Estados Unidos y Canadá, tienen una altura de 51 metros. Pero esta cifra no atemorizó a Annie Edson Taylor, la maestra que se lanzó desde lo más alto en 1901 y sobrevivió.
La aventurera, que se convirtió en la primera persona de la historia en completar esta hazaña, se animó a saltar el día de su cumpleaños número 63 (24 de octubre de 1901).
Y, a pesar de que la mayoría de las personas recuerdan el suceso como un hecho histórico, lo cierto es que Annie Taylor se lanzó por necesidad.
¿Quién fue Annie Edson Taylor?
Annie Edson Taylor nació el 24 de octubre de 1838 en Auburn, Estados Unidos, y desde muy temprana edad estudió para ser maestra de escuela. Años más tarde, se casó con David Taylor y se mudó a Bay City, Míchigan, para abrir una escuela de danza.
El cierre del siglo XIX la sorprendió con una nueva mudanza, ya que en 1890 vivió en Sault Ste, donde trabajó como docente de música. Por último, tras un breve paso por San Antonio, probó suerte en Ciudad de México pero, ante la falta de trabajo, regresó a Bay City.
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Entonces, si bien Taylor se acostumbró a tener una vida repleta de cambios y mudanzas, ninguna de sus experiencias estaba vinculada a deportes extremos, hazañas y/o récords mundiales.
Sin embargo, a sus 63 años, tomó la decisión de organizar un salto sin precedentes desde las cataratas del Niágara, dentro de un barril. Y, para sorpresa de muchos, sobrevivió a la fuerte caída.
¿Cómo organizó Annie Edson Taylor su hazaña en las cataratas del Niágara?
Durante los primeros meses del siglo XX, Annie Taylor anunció su interés en acondicionar un barril de madera, con el fin de navegar por las frías aguas del río Niágara e intentar saltar al vacío.
Como era de esperar, la mayoría de las personas con las que compartió su idea, se mostraron aterrados ante la iniciativa. Pero, de todas formas, la docente se mantuvo firme y avanzó con la construcción de dos barriles especiales.
Es decir, dos días antes de su salto, Taylor acondicionó un barril, colocó un gato en su interior y lo condujo hacia el abismo, con la intención de comprobar que el salto era viable.
Por fortuna, el animal sobrevivió y, al mismo tiempo, la motivó a definir los últimos detalles de su propio barril de roble y acero, que fue rellenado con un colchón para amortiguar la caída y sellado con aire a presión.
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Finalmente, el 24 de octubre de 1901 Annie Taylor saltó desde las cataratas del Niágara, viajó durante 20 minutos hasta las Horseshoe Falls de Canadá y fue rescatada por especialistas, que se sorprendieron al destapar el barril y descubrir que la aventurera solo había sufrido un golpe en la cabeza.
¿Por qué se lanzó desde las cataratas del Niágara?
Aunque el relato popular indica que Annie Taylor saltó desde las cataratas del Niágara para convertirse en una persona famosa, la realidad es que la maestra de 63 años lo hizo por necesidad.
Sucede que en aquella época, luego de quedar viuda, la maestra estaba al borde de la indigencia. Es por eso que, ante la propuesta de completar el salto y conseguir dinero, no dudó.
Sin embargo, los planes de la estadounidense no tuvieron el desenlace esperado. Si bien sobrevivió, ella declaró que la experiencia fue horrible y en vano, dado que su representante escapó con el barril y un alto porcentaje del dinero obtenido.
Entonces, con los pocos ingresos que recibió por entrevistas y ventas de souvenirs, se enfocó en localizar a su representante (nunca lo encontró) y subsistir durante sus últimos años de vida. Además, tampoco tuvo éxito con su proyecto de escribir una novela, hacer una película y/o realizar un nuevo salto sobre las cataratas.
Por último, es importante mencionar que Annie Taylor falleció a los 82 años, el 29 de abril de 1921, y desde entonces descansa en la sección de “acróbatas” del Cementerio de Oakwood en Niagara Falls, en Estados Unidos.
Redacción - Ignacio Risso.