En el fútbol argentino existen numerosos récords. Más aún si contemplamos también la era amateur, cuando se jugaba de otra manera pero con la misma pasión. Algunos de esos récords son más o menos conocidos:
- Que Banfield es el único en ganar un campeonato en tres siglos distintos (1899, 1939 y 2009)
- Que Racing, cuando aún era la era amateur, se coronó como heptacampeón.
- Que Elba Selva es la jugadora de la Selección argentina que más goles le metió a Inglaterra.
¿Y en lo que hace a goles? Hay un futbolista que destaca por dos hazañas: se convirtió en el primero en marcar seis goles en un partido de la era profesional y es el máximo goleador del fútbol argentino. Estamos hablando del delantero paraguayo Arsenio Erico.
¿Quién fue Arsenio Erico y en qué época jugó en el fútbol argentino?

Arsenio Erico, de nombre completo Arsenio Pastor Erico Martínez, nació en 1915 en Asunción, Paraguay. Debutó en el fútbol profesional en el Club Nacional de la capital paraguaya y en 1934 fue fichado por Independiente de Avellaneda, en Argentina, donde jugó hasta 1942.
Volvió para Nacional ese mismo año, pero en 1943 se encontró de vuelta en Avellaneda. Pasó por Huracán en 1947 y terminó su carrera en el club que lo vio nacer, en 1949. Así, aunque estuvo en solo dos equipos argentinos y en Huracán no metió goles, se las arregló para romper algunos récords:
- Se convirtió en el máximo goleador histórico del fútbol argentino con 295 goles, apenas por arriba de Ángel Labruna con 294 (aunque también se dice que ambos pueden tener 293 goles).
- Fue el primero en marcar seis goles en un partido de la era profesional del fútbol argentino. Fue en la victoria del "Rojo" por 7 a 1 ante Quilmes.
- Se convirtió en el máximo goleador de la Primera División de Argentina durante tres temporadas consecutivas: 1937, 1938 y 1939.

Los mil apodos de Arsenio Erico y la vez que casi va a la guerra
Arsenio Erico era, casi literalmente, el jugador de los mil apodos: El Hombre de Goma, El Hombre de Mimbre, El Hombre de Plástico, El Mago, El Virtuoso, El Aviador, El Duende Rojo, El Diablo Saltarín.

Pero de no ser por la guerra entre Paraguay y Bolivia, tal vez nunca hubiera llegado a la Argentina. Resulta que, cuando estalló el conflicto, Erico se unió a la selección de la Cruz Roja paraguaya y salió de gira a Uruguay y Argentina para recaudar fondos.
En Buenos Aires el equipo jugó contra River, y tanto los dirigentes de este club como los de Independiente se apuraron para incorporarlo. Ganaron los del Rojo, que negociaron con el Ministerio de Defensa de Paraguay para que no enviaran a Erico al conflicto armado.
Así, el delantero se sumó al plantel y ganó fama gracias a su habilidad para hace goles. Sólo en 1937, por ejemplo, quienes asistieron a la cancha lo vieron convertir 47 goles en 34 partidos.
