Hablar de Tato Bores es hablar de uno de los humoristas más influyentes de la historia argentina. Con su inconfundible peluca, frac y habano, se convirtió en un personaje que mezclaba humor, actualidad y política de una manera que nadie había logrado antes. Su verdadero nombre era Mauricio Borensztein y nació el 27 de abril de 1927 en Buenos Aires. Falleció el 11 de enero de 1996, pero su figura sigue vigente gracias a sus monólogos visionarios, que parecen escritos para la Argentina de hoy.
Los inicios y el estilo único de Tato Bores
Bores debutó en la televisión en 1957 y rápidamente encontró un sello propio: el monólogo político humorístico. Desde allí, año tras año, se convirtió en un clásico de la pantalla. El periodista Eduardo Aliverti lo definió como “la figura imprescindible de la TV argentina”.
Su estilo era vertiginoso: hablaba rápido, con un ritmo casi ininterrumpido, como si las palabras se atropellaran. Con humor ácido, ironizaba sobre la política y la sociedad sin mencionar directamente a los protagonistas, pero logrando que todos entendieran a quién se refería.
Tato Bores y la canción de la “jueza baru budu budia”
Uno de los momentos más recordados de su carrera es la canción popularmente conocida como “la jueza baru budu budia”. El tema nació en 1992 durante un sketch en el que Tato se burlaba de un fallo judicial. La canción repetitiva, absurda y pegadiza se transformó en un fenómeno cultural y todavía hoy es citada como ejemplo de su humor irreverente.
La escena resume lo mejor de Bores: la capacidad de tomar un tema serio, como la justicia argentina, y transformarlo en una sátira que hacía reír y reflexionar al mismo tiempo.
Un legado que trasciende generaciones
A 25 años de su muerte, Tato Bores sigue siendo un referente. Sus monólogos, recopilados por el Ministerio de Cultura de la Nación, muestran que muchos de los problemas que señalaba en los años 70, 80 y 90 continúan vigentes.

Entre los hitos más importantes de su vida se destacan:
- Nacimiento: 27 de abril de 1927, en Buenos Aires.
- Premio Konex: en 1981 como Actor Cómico.
- Fallecimiento: 11 de enero de 1996, en Buenos Aires.
Su obra fue reconocida tanto por el público como por la crítica, y sus hijos continuaron su camino en el espectáculo y la producción artística.
Tato no solo hizo reír: ayudó a los argentinos a mirar su propia realidad con humor y a encontrar un respiro frente a la crisis y la política. Su figura, más que un recuerdo, es parte de la identidad cultural del país.
