El deporte nació en un cómic francés, hasta que un artista y atleta propuso hacerlo realidad. Y lo hizo.
Si hablamos de deportes extraños y poco conocidos, hay uno que es candidato a llevarse el título: se trata del chess boxing, o boxeo de ajedrez. Es un deporte híbrido que combina las dos disciplinas en el mismo ring.
No hay que ganar tirándose piezas de ajedrez, ni boxeando sobre un tablero gigante. Los encuentros de chess boxing se dividen en rounds alternados de ambos deportes, por lo que cada competidor debe tener fortaleza e ingenio para ganar.
Un encuentro de chess boxing consiste en once rounds o asaltos, que se alternan entre ajedrez y boxeo. Se empieza y se termina con ajedrez. Primero, hay cuatro minutos de ajedrez rápido, seguido de tres minutos de boxeo.
Luego, un minuto de descanso entre cada asalto para que los competidores se cambien de ropa y equipo. La partida de ajedrez sigue las reglas del ajedrez rápido, con un reloj de 9 a 12 minutos por jugador.
Para ganar, es necesario cumplir uno de dos logros: jaque mate en el ajedrez o knockout (también knockout técnico) en el boxeo. Por eso, se necesita mucha dureza física pero también ingenio para conseguir la victoria. Si falta uno de los dos, el oponente podría imponerse rápidamente.
Hay una salvedad: también se puede vencer si el oponente se queda sin tiempo en la partida de ajedrez, algo que también puede pasar en los torneos comunes de la disciplina de origen asiático. En caso de empate en ajedrez, se realiza una ronda más de boxeo.
Si en esa ronda también empatan, es decir que ninguno pierde por knockout, gana el jugador que tenga más puntos en el boxeo, producto de los rounds anteriores. ¿Qué pasa si empatan también en esos puntos? Gana el que tenía las piezas negras en el ajedrez, que siempre es el que mueve segundo en una partida (es decir, que tiene desventaja al momento de jugar la partida).
El chess boxing apareció por primera vez en el cómic Froid-Équateur, realizado por el dibujante francés Enki Bilal en 1992. En la historia, el atractivo del "deporte" consistía en jugar un partido entero de boxeo y luego uno de ajedrez.
Hasta que el artista y deportista neerlandés Iepe Rubingh vio su potencial, y decidió llevarlo a la vida real. Desarrolló la idea de Bilal y la convirtió en un deporte competitivo, alternando rounds de boxeo y ajedrez con reglas más precisas.
Para Rubingh, se trataba tanto de una performance artística como de un deporte real, dispuesto para quienes quisieran combinar ambas disciplinas. Y funcionó.
El primer torneo de chess boxing tuvo lugar en Berlín, la capital de Alemania, en 2003. Ese mismo año, se realizó la primera competencia mundial en Ámsterdam, Países Bajos, con la cooperación de la Federación Neerlandesa de Boxeo.
¿Quién ganó el torneo? Nada más y nada menos que Iepe Rubingh, el que hizo el chess boxing realidad. Sin embargo, la historia empezó antes:
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