En Argentina, el termo es mucho más que un objeto: es parte de la rutina, la compañía ideal para el mate y uno de los elementos más presentes en reuniones, caminatas y viajes. Pero, aunque su uso está totalmente arraigado en la cultura local, pocos saben que su origen se remonta a un laboratorio europeo del siglo XIX. Se dice que el primer ejemplar del mundo está, justamente, en nuestro país.
Un invento con origen científico
El origen del termo se relaciona directamente con la física. Fue el químico y físico escocés James Dewar quien, en 1892, creó el primer recipiente capaz de mantener la temperatura de los líquidos. Utilizó un sistema de doble pared con vacío en el medio. Esta tecnología, conocida como “frasco de Dewar”, buscaba conservar gases a muy bajas temperaturas para experimentos científicos. Dewar nunca patentó su invento.
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El origen del mate: ¿cuál es su historia?
El diseño fue perfeccionado por Reinhold Burger, un fabricante alemán que en 1904 creó el primer termo comercial y le puso el nombre con el que lo conocemos hoy: “Thermos”, palabra griega que significa “calor”. Esta nueva versión se popularizó rápidamente, no sólo por su funcionalidad en hogares y oficinas, sino también porque se volvió indispensable para exploradores, médicos y soldados.
El primer termo del mundo está en Argentina
Según páginas oficiales, el primer termo del mundo puede visitarse en el Museo del Mate, ubicado en la ciudad de Tigre, provincia de Buenos Aires. Este museo, único en su tipo, alberga una de las colecciones más sorprendentes relacionadas con la historia del mate, y entre sus más de tres mil piezas se encuentra esta joya tecnológica.

El termo original forma parte de una muestra permanente que también incluye yerberas antiguas, bombillas de cristal, mates históricos y hasta instrumentos musicales hechos con calabazas materas. El Museo está ubicado en la calle Lavalle 289 y se puede visitar de martes a domingos, y feriados, de 10 a 19 horas.
Datos curiosos sobre el termo
- El diseño original fue creado por James Dewar en 1892, pero nunca patentado.
- El nombre “Thermos” fue registrado en Alemania en 1904 por Reinhold Burger.
- El primer termo del mundo está en el Museo del Mate, en Tigre, Argentina.
El recorrido del termo, desde los laboratorios europeos hasta convertirse en el mejor aliado del mate argentino, es un ejemplo fascinante de cómo un objeto científico puede transformarse en ícono cultural. Y lo mejor: su historia está más cerca de lo que imaginamos.

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