A lo largo de los siglos, la belleza se entendió como un ideal que valía cualquier sacrificio. En nombre de la moda y la aceptación social, muchas mujeres se sometieron a prácticas dolorosas y riesgosas que, vistas desde la actualidad, resultan difíciles de imaginar. Estos rituales iban desde químicos mortales en el maquillaje hasta modificaciones permanentes del cuerpo.
Pies vendados en China
Durante casi mil años, en China se practicó el vendado de pies. Esta costumbre, que comenzó en el siglo X, buscaba que los pies femeninos fueran lo más pequeños posible. Se consideraban símbolo de delicadeza y atractivo, pero el procedimiento era brutal: se rompían los huesos y se los apretaba con vendas, lo que provocaba infecciones, deformaciones y dolor crónico.
Belleza y maquillaje letal

El maquillaje, símbolo de estatus en muchas culturas, también fue peligroso. En la Europa renacentista se utilizaban polvos de plomo para aclarar la piel y pastillas de arsénico para mantener un rostro pálido. Ambas prácticas causaban intoxicaciones, daños irreversibles y, en algunos casos, la muerte. También era común el uso de gotas de belladona, que dilataban las pupilas y daban una mirada considerada “seductora”, aunque dañaban gravemente la vista.
Corsets y cuerpos comprimidos
En los siglos XVIII y XIX, el corset se convirtió en la prenda femenina por excelencia. Su objetivo era reducir la cintura y resaltar el busto, pero sus consecuencias eran graves: dificultaba la respiración, desplazaba los órganos internos y podía provocar desmayos frecuentes. Incluso, estudios bioarqueológicos modernos hallaron deformaciones en esqueletos que usaron corsets durante años.
Otros rituales de belleza
Más allá de estos casos, hubo otras prácticas que también se destacan:
- Depilación con métodos rudimentarios, desde cera caliente hasta pinzas de hueso en la antigüedad.
- Electrólisis primitiva en el siglo XIX, cuando se aplicaban descargas eléctricas para eliminar vello.
- Fracturas intencionales, como en algunas culturas africanas, donde se modificaba el cuerpo para seguir cánones estéticos.
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La mirada actual sobre la belleza
Hoy, muchas de estas costumbres son vistas como extremas y opresivas. Sin embargo, muestran hasta qué punto la presión social sobre la belleza influyó en la vida de las mujeres a lo largo de la historia. Si bien las formas cambiaron, el debate sobre los estándares de apariencia sigue vigente y plantea una pregunta central: ¿cuánto estamos dispuestos a sufrir para cumplir con un ideal estético?