"No hay dos sin tres" es una de esas frases que escuchamos desde siempre y que repetimos sin pensar demasiado. Se usa en la escuela, en la cancha, en reuniones familiares e incluso en las noticias. Pero, ¿alguna vez nos detuvimos a pensar qué significa realmente? Si el número dos viene antes que el tres, ¿por qué se dice que el dos no puede existir sin el tres?
Esta expresión no apunta al orden lógico de los números, sino a la idea de repetición. Por lo general se usa para anticipar, con algo de ironía o resignación, que un hecho o situación se repetirá por tercera vez.
¿Qué significa "no hay dos sin tres"?
El significado central de la frase popular puede resumirse en la siguiente idea: si algo ya sucedió dos veces, es muy probable que vuelva a pasar.
No se aplica cuando algo ocurre una sola vez. En ese caso, no hay demasiada certeza de que se repita. Pero si ya ocurrió dos veces, hay una alta probabilidad de que ocurra una tercera. Por eso, la expresión se usa para hablar de eventos repetidos: desde goles en un partido hasta accidentes, errores o coincidencias.
Por ejemplo, si dos integrantes de una familia se olvidaron las llaves, alguien podría decir: “No hay dos sin tres”, anticipando que alguien más también se las olvidará. También puede usarse si dos tormentas fuertes ya se desataron esa semana.
Otros refranes populares que usan números
La lengua española está llena de dichos populares que incluyen números y que usamos cotidianamente sin pensarlo demasiado. Estos refranes también reflejan ideas comunes, prejuicios o costumbres de nuestra cultura:
- “Ser un cero a la izquierda”: se dice de alguien que no tiene influencia ni importancia en una situación.
- “Cada dos por tres”: significa que algo ocurre con mucha frecuencia, casi todo el tiempo.
- “La tercera es la vencida”: alienta a seguir intentando algo, con la esperanza de que el tercer intento sea exitoso.
Muchas de estas expresiones se aprenden desde la infancia, se transmiten en el habla cotidiana y se entienden incluso cuando no se explican. Algunas, como “No hay dos sin tres”, tienen usos tan amplios que aparecen en la política, el deporte, los medios de comunicación e incluso en canciones.
