Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) son uno de los principales factores que afectan al ambiente. Por ello, una compañía de origen suizo creó Orka, una planta energética que captura el CO2 presente en la atmósfera y lo vuelve roca al inyectarlo en el subsuelo terrestre.
La planta se encuentra a los pies de un volcán, pues aprovecha la actividad volcánica de Islandia que produce rocas "permeables" al dióxido de carbono. Su nombre significa "energía" en islandés, y tiene como principal objetivo concientizar sobre la reducción de emisiones a nivel mundial.
¿Por qué Orka es una innovación?
Desde la Revolución Industrial, la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera se incrementó a niveles muy elevados. Año a año, desde las fábricas más grandes hasta los automóviles particulares expulsan este compuesto químico al aire. El desarrollo de la planta implicó una inversión de 15 millones de dólares y en la actualidad:
- Cuenta con múltiples ventiladores modulares expuestos a la intemperie.
- Es la estructura más grande del planeta que convierte CO2 en roca.
- Es una innovación de la ciencia y la tecnología en lo que respecta a ambiente.
- Captura y procesa aproximadamente 4 mil toneladas métricas de CO2 al año.
Aunque este número resulte llamativo, en realidad es una pequeña porción de la cantidad de emisiones mundiales. En 2023, alcanzaron 37.4 gigatoneladas (es decir, 37 mil millones de toneladas).
Para tener una referencia, 4 mil toneladas métricas de CO2 es lo que emiten entre 800 y 900 autos al año, y en ciudades como Nueva York hay 2.1 millones de autos registrados. En Argentina, por ejemplo, para junio de 2020 había 16.523.616 autos registrados según Buenos Aires Data.
Por ello, como explicaron los realizadores del proyecto Orka, la planta energética sólo brinda una solución parcial al problema. En el futuro, posiblemente, la maquinaria pueda absorber mayores toneladas de CO2, pero el principal objetivo es que concientice sobre los efectos de las diversas industrias y del transporte en nuestro planeta.
¿Cómo funciona la planta energética?
Los ventiladores modulares que tiene Orka están expuestos a la intemperie para poder capturar el dióxido de carbono, la misma función que cumple un gran aliado del planeta: el árbol, que además transforma ese CO2 en oxígeno.
Ese compuesto químico se mezcla con agua en la planta energética y se envía a un gran espacio para su acumulación. Allí, otra compañía se encarga de inyectar bajo presión al gas, a más de 2 kilómetros en el subsuelo terrestre.
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Allí, el dióxido de carbono se encuentra con el basalto, una piedra volcánica que es más porosa que otras. En esos poros, el gas se aloja y se calcifica durante millones de años, por lo que la maquinaria de origen suizo evita que se acumule en la atmósfera.
¿Por qué funciona mejor en Islandia?
Orka está instalada en Hellisheiði, a menos de treinta kilómetros de la capital islandesa. El país, como se lo conoce a nivel mundial y también es los libros de ciencia ficción, presenta gran actividad volcánica en su territorio.
Por ese motivo, el subsuelo de Islandia está compuesto en gran parte por un tipo particular de piedra volcánica que mencionamos más arriba: el basalto. Como se descubrió que es el recipiente ideal para almacenar el CO2, era el lugar perfecto para pone en marcha la planta más grande hasta el momento.
Además, esta aprovecha la energía geotérmica limpia para funcionar, aquella que es propia de la Tierra por las altas temperaturas que derivan de su centro.