La expresión "sangre azul" se usa para referirse a personas de la realeza, la nobleza o la aristocracia. Este término tiene su origen en la Edad Media, cuando la piel blanca se asociaba con un estatus social elevado.
¿Cuál es el origen de esta expresión?
Existen diversas teorías que cuentan el origen de esta expresión. Una de ellas dice que durante la Edad Media, las personas más adineradas no trabajaban al sol, por eso tenían la piel más blanca. Sus venas eran visibles a través de la piel pálida, parecían azuladas, lo que contrastaba con la piel más oscura de la clase trabajadora. Esta característica se convirtió en un signo de distinción social.
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Otra teoría cuenta que el concepto podría haber surgido de una traducción errónea de textos del historiador romano Cornelio Tácito. Él usó la expresión caelesti sanguine ortam, que significa "nacido de sangre celestial," para referirse a emperadores y reyes. La confusión surgió al traducir la palabra "celestial" como "celeste".
¿Existe realmente la sangre azul?
La sangre humana no es realmente de color azul. El color rojo de la sangre se debe a la hemoglobina, una proteína que transporta el oxígeno en los glóbulos rojos. Sin embargo, existe una condición médica llamada metahemoglobinemia que puede hacer que la sangre adquiera un tono azulado.
Esta condición se produce cuando la hemoglobina no transporta correctamente el oxígeno y puede ser causada por:
- Efectos secundarios de ciertos fármacos, sustancias o alimentos,
- Una condición genética. Algunas personas nacen con niveles más altos de lo normal de metahemoglobina,
- La enfermedad de la hemoglobina M, es otra condición hereditaria que puede causar un color azulado en la sangre.
Los bebés de seis meses o menos tienen más probabilidades de desarrollar metahemoglobinemia, por eso hay que tener cuidado con los alimentos que contienen altos niveles de nitratos.
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La mayoría de los casos de metahemoglobinemia son adquiridos y tienen un buen pronóstico. Ante cualquier duda, es importante consultar con un médico.