La mayoría de las personas asocia La Bella Durmiente con castillos encantados, hadas buenas, un príncipe valiente y un beso de amor verdadero. Sin embargo, el cuento que inspiró a la famosa película de Disney de 1959 no siempre fue un relato lleno de magia y romanticismo, sino una historia bastante más inquietante, que fue modificada con el paso de los años hasta volverse apta para todo público.
El origen oscuro del cuento
Antes de llegar al cine, La Bella Durmiente fue contada de diferentes formas. Una de las primeras versiones conocidas fue escrita por Giambattista Basile en 1634, dentro de su libro Pentamerón, y se titulaba “Sol, Luna y Talía”. En este relato, la joven no era despertada con un beso, sino que un rey la encontraba dormida, abusaba de ella y la dejaba embarazada. La joven, aún inconsciente, daba a luz a dos hijos, y uno de ellos le quitaba la astilla envenenada que le causaba el sueño profundo.

Más adelante, Charles Perrault (1697) publicó una versión menos violenta, donde la princesa es despertada por un beso y se casa con el príncipe, aunque la historia continúa con una suegra ogresa que intenta devorar a los hijos de la pareja. Esta versión, si bien suavizada, aún conserva elementos de suspenso y peligro que difieren bastante del tono infantil actual.
Finalmente, los Hermanos Grimm también adaptaron el cuento bajo el título Dornröschen (Rosita de Espino), en el siglo XIX. En su versión, eliminaron muchos elementos perturbadores y se centraron en el hechizo, el castillo rodeado por espinas y el rescate con un beso, acercándose más al relato que conocemos hoy.
La Bella Durmiente según Disney
Cuando Disney estrenó su película La Bella Durmiente en 1959, tomó como base principalmente la versión de Perrault y elementos de los Grimm, pero la transformó en un cuento de hadas clásico y luminoso, donde el conflicto principal gira en torno al hechizo de Maléfica y el poder del amor verdadero. La princesa Aurora duerme durante 100 años hasta que el príncipe Felipe la besa y rompe el encantamiento.
Algunos datos curiosos de esta versión son:
- El personaje de Maléfica no existe como tal en los cuentos originales y fue una creación de Disney.
- El nombre “Aurora” proviene de la versión de Perrault.
- La banda sonora de la película se basa en la música del ballet La Bella Durmiente de Tchaikovsky (1890).
La Bella Durmiente y su evolución
El recorrido de La Bella Durmiente muestra cómo los cuentos tradicionales fueron modificados para adaptarse a nuevas sensibilidades culturales y al público infantil. Lo que hoy es una historia de fantasía, alguna vez fue un relato trágico que reflejaba los temores y costumbres de épocas pasadas.
La historia de esta princesa dormida es un ejemplo claro de cómo los cuentos clásicos que hoy se consideran “inocentes” tienen, en realidad, raíces literarias complejas, oscuras y a veces difíciles de imaginar. Saberlo nos permite mirar estos relatos desde otra perspectiva y entender cómo fueron transformados con el tiempo.

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