¿Alguna vez escuchaste la frase "tomarse el piróscafo"? Por lo general, es muy repetida por abuelos y abuelas a lo largo y ancho de la Argentina. Y aunque puede parecer una frase armada en el momento, o que incluso "piróscafo" es una palabra de otro idioma, en realidad es bien "argenta".
Un piróscafo, o en su defecto coloquial "periscafo", es un buque a vapor. En español, a este tipo de embarcaciones se las conoce directamente como "vapores". Pero para entender por qué son tomadas como sinónimo de huida o escape, hay que indagar un poco más en la historia.
¿Qué es un piróscafo?
Según la Real Academia Española, el término proviene del italiano piroscafo, y este de "piro" y del griego σκάφος (skáphos), que significa "barco". Estas embarcaciones a vapor fueron muy comunes en el siglo XIX y principios del XX. En ellas, de hecho, llegaron los millones de inmigrantes europeos a la Argentina.
El encuentro de culturas en los márgenes de Buenos Aires dio origen a lo que se conoce como lunfardo, una lengua informal que agrupa términos de origen italiano y español, principalmente. Con el paso del tiempo, gran parte de esas palabras se incorporaron al español rioplatense.
Los casos más famosos son los de "pibe", "bondi" o "laburo", pero "piroscafo" también fue uno de ellos. Ahora, la duda: ¿por qué esta palabra sirve para decir que nos queremos ir bien lejos?
¿Por qué "tomarse el piróscafo" es sinónimo de "escaparse" o "huir"?
Algunos dicen "irse a la Conchinchina", mientras que otros prefieren mantenerlo más sutil: "tomarse el piróscafo". Lo cierto es que esta frase no puede entenderse sin otra, que es "tomarse el piro" y que proviene del cocoliche.
Mirá También
¿Qué es la Conchinchina, dónde está y por qué se usa para decir que algo está muy lejos?
El cocoliche es una jerga que combina elementos del castellano con algunos dialectos italianos, proceso muy similar al lunfardo. "Piro" era una abreviación de "piroscafo", y se usaba para decir: "alguien se quiere ir apresuradamente".
Pero falta un dato más: los piróscafos, o barcos a vapor, son mucho más rápidos que los navíos a vela. Por eso, en comparación, subirse a un piróscafo garantizaba una menor duración de los viajes. Así, "tomarse el piro" era una forma de viajar más rápido de un lugar a otro. "Pirarse", que quiere decir "irse rápido", tiene el mismo origen.