La Luna es el satélite natural de la Tierra y, como tal, es mucho más chica: mide alrededor de una cuarta parte de su diámetro. Parece que brilla con luz propia, pero en realidad refleja la luz del Sol. Da vueltas alrededor del planeta a una distancia media de 384.000 kilómetros y también gira sobre sí misma. Realiza las dos acciones en forma simultánea, razón por la cual presenta a la Tierra siempre la misma cara. La influencia gravitatoria de la Luna sobre la Tierra produce las mareas de los océanos, entre otros fenómenos.
El día que la humanidad llegó a la Luna
La llegada a la Luna ocurrió el 20 de julio de 1969. Neil Armstrong, el primero en caminar sobre la superficie lunar, dijo entonces que eso significaba “un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad”. En aquella oportunidad los astronautas dejaron instalado un sismómetro en la Luna para conocer la actividad sísmica y un retrorreflector de rayos láser para medir con precisión la distancia entre la Tierra y la Luna.
La cara visible de la Luna
Presenta planicies llamadas “mares” (aunque no tienen agua), que llevan nombres tales como “Mar de la Serenidad” y “Mar de la Fecundidad”. También hay muchos cráteres, producto del choque de los meteoritos, y cadenas de montañas con nombres terrestres, como “Alpes” y “Apeninos”.
La cara invisible de la Luna
Es una zona con un relieve mucho más escarpado que el de la cara visible. No existen allí grandes planicies o mares, sino cuencas de menor tamaño. Hay cráteres gigantescos, algunos de hasta 520 kilómetros de diámetro. Aunque se la conoce como “el lado oscuro de la Luna”, recibe la misma cantidad de luz solar que la cara visible.
Las fases lunares
No siempre la Luna se ve desde la Tierra de la misma manera. A veces parece un círculo perfecto, otras se ve sólo por la mitad y en otras oportunidades, una cuarta parte. Pero en verdad la Luna no cambia: siempre está igual. Sucede que mientras se mueve, el Sol la ilumina desde distintos ángulos y alumbra una parte o su totalidad. Esos cambios aparentes de aspecto ocurren durante todo el ciclo lunar, que tarda 29,5 días y cuyos estados se conocen como “fases lunares”, que son las siguientes:
- Cuarto menguante: se ve iluminada sólo la mitad derecha de la Luna.
- Luna menguante o Luna vieja: sólo es posible verla de madrugada.
- Luna nueva: se pone tan oscura que es difícil verla. Queda oculta por el resplandor solar.
- Luna nueva visible: empieza a verse desde el lado izquierdo, luego de la puesta del Sol.
- Cuarto creciente: se ilumina la mitad izquierda. Es observable desde el mediodía hasta la medianoche.
- Gibosa creciente: la superficie iluminada es mayor y va tomando una forma convexa.
- Luna llena o plenilunio: el disco lunar está completamente iluminado. Esto ocurre porque la Tierra, el Sol y la Luna están alineados de forma casi recta, con la Tierra en el centro.
- Gibosa menguante: empieza a disminuir la parte iluminada.
Cómo descargar el recurso para utilizarlo
Este recurso educativo requiere ser impreso para su utilización. Tenés dos opciones: podés descargar la imagen o el PDF. Para descargar la imagen en tu computadora clickeá el botón derecho del mouse, o si estás en el celular sostené el dedo apretado sobre la imagen. Una vez descargada, solo tenés que imprimirla.
También podés descargar el PDF que se encuentra aquí abajo clickeando sobre el botón. Una vez descargado, sólo tenés que imprimirlo... ¡y listo! Ya podés utilizar el recurso.
También te puede interesar: Universo: toda la información sobre el Sol y un material descargable