Una empresa familiar argentina, el Grupo HZ, desarrolló una línea de packaging fabricada en cartulina, biodegradable y reciclable, apta para el contacto directo con todo tipo de alimentos y temperaturas, incluso para el helado.
Esta empresa de capitales nacionales fue fundada en el año 1950 por un inmigrante esloveno. Décadas después se transformó en una emprendimiento familiar, que ya se encuentra por su tercera generación en la dirección. Actualmente, se dedican al desarrollo y fabricación de envases para las principales marcas de consumo masivo en la región.
En un contexto que demanda una mayor cantidad de productos hechos a base de materiales biodegradables, el año pasado comenzaron a trabajar en un producto innovador para satisfacer esa necesidad y lanzaron el primer producto de la línea BIOHZ. Se trató de una cuchara fabricada en cartulina, biodegradable y reciclable, apta para el contacto directo con todo tipo de alimentos y temperaturas. El trabajo demandó casi un año.
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Más tarde, siguieron con los potes de helado, pensados especialmente para el envío por delivery y la modalidad take away. "Hicimos foco en la conservación de la temperatura y la elección de materiales biodegradables. Como valor agregado trabajamos sobre la optimización del espacio de almacenaje en la heladería, desarrollando así un producto innovador y ecológico", afirmó Pablo García, gerente comercial regional, en diálogo con Apertura.
Los productos de esta línea están fabricados en cartulina sin laminados plásticos, por lo cual son biodegradables. Esto marcaría una gran diferencia con el Telgopor (poliestireno expandido), que tarda entre 400 a 500 años en degradarse completamente.
¿Será el comienzo del fin del helado en sus clásicos envases? Lo cierto es que este invento es innovador y que el helado siempre será delicioso.