Una silla de ruedas es un dispositivo que utilizan las personas con movilidad reducida para poder desplazarse. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es el más usado: calculan que hay alrededor de 75 millones de usuarios en todo el mundo.
Existen registros visuales que demuestran que en Asia y en la Antigua Grecia ya existían objetos similares a las sillas de ruedas, aunque con el tiempo la tecnología fue evolucionando y se logró que fueran más cómodas para aquellos que las necesitan.
Felipe II de España diseñó una propia en 1595. Resulta que el monarca sufría distintas dolencias en sus huesos y necesitaba ayuda para movilizarse porque no podía hacerlo por sus propios medios.
La evolución de la silla de ruedas
Felipe II sufría una constante inflamación de sus articulaciones porque tenía gota. En ese momento, se desconocía la enfermedad y no existía tratamiento, por eso cada vez se sentía peor y tenía mayor dificultad para trasladarse. Junto con sus médicos, diseñaron este artefacto a medida llamado silla de inválido. No se parecía a la que se utiliza hoy en día, aunque ciertamente es su antecesora. El respaldo estaba levemente reclinado, tenía un soporte para los pies, apoyabrazos y ruedas pequeñas.
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Posteriormente, en 1930, dos ingenieros estadounidenses llamados Herbert Everest y Henry Jennings diseñaron un modelo mucho más moderno en el que se basan las que se utilizan actualmente. Teniendo en cuenta las necesidades de Everest, que era paralítico, fabricaron una versión plegable y mucho más livianas. Fue un éxito y fue la primera que se produjo en serie.
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Además, con ella, sus usuarios ganaron autonomía: era de fácil manejo y les permitió trasladarse sin ayuda de un tercero.