Europa es un continente que está repleto de historias sorprendentes. Algunas se remontan a decenas de siglos atrás y otras todavía siguen aportando datos a los libros de historia, como sucede con el reino más pequeño del mundo.
El Reino de Tavolara se formó durante el cierre del siglo XIX dentro de una isla que está ubicada frente a la costa norte de Cerdeña, en la provincia italiana de Sácer.
Y, aunque desapareció por momentos, hoy es reconocido en el mundo. Su rey actual, llamado Tonino de Tavolara, es dueño del único restaurante de la isla, donde solo viven 20 personas.
¿Cuándo se creó el reino más pequeño del mundo?
La isla de Tavolara es, desde hace siglos, un territorio inusual, que ha experimentado numerosos cambios y que nunca tuvo una población multitudinaria.
El registro más antiguo que hace referencia a este territorio, se remonta al año 235, cuando el Papa San Ponciano se exilió allí y falleció. Luego, durante largos siglos, se lo identificó como un refugio de soldados, que batallaron en numerosos conflictos.
Al avanzar en la línea del tiempo, es posible determinar que, al menos desde el siglo XVIII, Tavolara no era una isla italiana. Y la confirmación oficial ocurrió en 1836, cuando el rey Carlos Alberto de Cerdeña visitó el lugar, lo reconoció como un reino e identificó a Giuseppe Bertoleoni como su rey.
De esta manera, se creó oficialmente el reino más pequeño del mundo. Giuseppe conservó su cargo hasta su muerte, en 1840. El puesto quedó en manos de su hijo mayor, que se convirtió en el Rey Paolo I.
Curiosamente, Paolo I solicitó que, tras su fallecimiento, Tavolara se convierta en una república democrática. Sus deseos se cumplieron en 1886 y este sistema se mantuvo hasta la primera década del siglo XX.
En el lapso de tres décadas, Tavolara tuvo tres presidentes y un consejo de seis integrantes, que eran elegidos por los 55 habitantes de la isla y que podían permanecer en su cargo durante un máximo de 6 años.
¿Qué ocurrió con el reino más pequeño del mundo en el siglo XX?
Tras las diversas organizaciones gubernamentales que el reinado más pequeño del mundo experimentó en el cierre del siglo XIX, el siglo XX llegó con más cambios porque en la primera década regresó la monarquía.
Carlo I, que pertenecía a la familia Bertoleoni, fue el primer rey del siglo en Tavolara y permaneció en su puesto hasta su muerte, en 1928. En este año, llegó al trono su hijo, el Rey Paolo II. Sin embargo, estuvo poco tiempo en su cargo y luego se mudó al extranjero. En su lugar quedó su hermana, Mariangela.
La Reina Mariangela fue la máxima autoridad del reino más pequeño del mundo hasta su fallecimiento, en 1934. Como no tuvo hijos, no logró dejar su puesto en manos de sus descendientes y, como consecuencia, en Tavolara se levantó la bandera de Italia.
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Italia había reconocido la independencia de la isla en el siglo XIX y también en los primeros años del siglo XX. Pero, en esta ocasión, logró terminar, temporalmente, con el reinado.
¿Temporalmente? Sí. Un sobrino de Mariangela luchó por el reconocimiento del Reino de Tavolara hasta el último día de su vida, en 1962. Y, aunque no lo consiguió, una tía suya, llamada María Molinas Bertoleoni lo logró, cuando tenía 100 años de edad, en 1969.
Desde entonces, el reino más pequeño del mundo es gobernado por reyes que descienden de la familia Bertoleoni y geográficamente pertenece a Italia, aunque el país europeo nunca lo anexó de manera oficial.
¿Cuáles son los principales atractivos turísticos de Tavolara?
Aunque en el pasado Tavolara era un punto estratégico de defensa, hoy su fortaleza es el turismo. Cada año, miles de turistas llegan a sus playas, para descansar sobre la arena blanca y contemplar, al mismo tiempo, el agua turquesa de la costa.
En simultáneo, muchos viajeros quieren explorar sus montañas, que alcanzan una altitud máxima de 565 metros sobre el nivel del mar, y comer en el restaurante que le pertenece a la familia real.
Finalmente, otro de los puntos fuertes de Tavolara es el buceo. Allí, desde turistas amateurs hasta deportistas experimentados, se sumergen a gran profundidad para disfrutar de la naturaleza marina.
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Un detalle no menor es que hoy en día las rutas de senderismo en el lugar están limitadas y no se puede conocer la totalidad de los paisajes de esta isla, que tiene 5 kilómetros de longitud y un kilómetro de ancho. ¿El motivo? Desde 1962, la mitad del territorio está restringido al personal militar, porque en su interior hay una estación radiogoniométrica de la OTAN.